Reflexión Misionera

Hola, como estás. Espero que bien. Antes que nada quiero pedirte disculpas por tratar de explicarte cosas que seguramente las sabes y de sobra. En estos viajes que estuve haciendo vi algo en la practica cotidiana de los cristianos que voy a intentar explicartelas. Esta frase: Los Mansos heredarán la tierra, que logicamente viene de: No ofreció resistencia, dócilmente fue llevado a la cruz; manso como cordero fue llevado al matadero. ( Isaías: 53-7). Vos sabes que la gente asocia la palabra manso con débil. Quizás una de las causas principales por la cual ocurre esto radica en que algunos diccionarios dan una definición secundaria de la palabra manso como "muy sumiso". Entonces muchos se preguntan: ¿Qué habrá intentado decir El Señor cuando dijo:"Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra"? (Mateo 5:5). ¿Esto no pareciera estar demasiado claro creo yo?. A simple vista no esta claro, pero estoy seguro que Jesús jamás diría: "Bienaventurados los sumisos, porque ellos heredarán la tierra". Pero si queremos saber bien lo que Dios quiso deciren Mateo 5:5 primero debemos descubrir el significado que él da a la palabra "manso", y ésto solo lo podemos aprender leyendo otros textos bíblicos y no un diccionario común. La biblia nos enseña siempre con la misma biblia. Ser manso según las escrituras revela humildad, es una actitud hacia Dios mediante la cual los creyentes aceptan ser tratados como él lo desea, sin ofrecerle resistencia ni pelea. En su breve paso por la tierra Jesús nos dejó un claro ejemplo sobre esto, él siempre se deleitaba haciendo la voluntad de su Padre. La mansedumbre que El Señor manifestó hacia los hombres era fruto del poder, él fue manso pues teniendo a su mando los recursos infinitos de Dios podía haber evitado su crucifixión pidiendo a los ángeles que lo protejan o simplemente destruyendo a sus adversarios usando la espada de su voz, pero no lo hizo y a cambio dijo a sus angustiados y agobiados seguidores: "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas" (Mateo 11:29). Sin lugar a dudas Jesucristo era y es el mejor y mas excelente ejemplo de mansedumbre y humildad!. Y si nos encontramos fatigados y atribulados, El Señor nos convida con una porción muy grande de esa paz y mansedumbre que nace de su esencia. ¿Nos hemos preguntando alguna vez cuán misericordiosos somos? Muchas veces confundimos la misericordia o la compasión con la lástima y eso no es cristiano, por que el que tiene lástima inconscientemente se presenta como superior al otro, en cambio el que tiene misericordia establece una relación de hermanos para encontrar JUNTOS el camino del Señor. Hoy nuestro Amado Dios tiene dos moradas, una está en el cielo junto a los ángeles y la otra en los corazones humildes y agradecidos de sus hijos. Amén! Yo hoy que no soy nada quiero BENDECIRTE Y DETERMINO que la angustia primera será olvidada y habrá un nombre escrito sobre tu frente y una marca sobre tu corazón que dirá, olvido divino, nunca más el terror amedrentador de los hombre tocará tu débil corazón, no se oirá en tu tienda la voz de tus angustiadores, porque así dice el Señor el Santo de Israel: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre; he aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed; he aquí que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados; he aquí que mis siervos cantarán por júbilo de corazón, y vosotros clamaréis por el dolor del corazón, y por el quebrantamiento de espíritu aullaréis. El espíritu de Dios te pastoreará, como a una bestia que desciende al valle; así pastoreaste a tu pueblo, para hacerte nombre glorioso. Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor. No tema mi pueblo amado, porque te amare de pura gracia. Pido que vos obtengas la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. Pido que como el apóstol Pablo puedan decir: “Yo sé a quien he creído”, plenamente convencidos de que el que comenzó en ellos la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. (1 Jn 5:13; 2Ti 1:12; Fil 1:6) Señor, te pido que lleve una vida disciplinada, que esté siempre dispuesto a escuchar y seguir un buen consejo. Pido que seas una persona responsable, en quien se pueda confiar, y que confíen en Dios de todo corazón. (Pr 1:8-9; 3:5-6) En el nombre precioso de Jesús, Amen, Amen y Amen

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