Ejemplo de la Iglesia

En un viaje que realicé al bello país de "El Salvador" conocí a un hombre cristiano que me decía de la gran bendición que Dios estaba derramando en dicho país, ya que el Salvador es catalogado como una nación peligrosa y de alto riesgo debido a que hay una concentración de las famosas bandas llamadas MARAS SALVA TRUCHA, él me cintaba de la iglesia a la que asistía; y cuando oí acerca de ella mi corazón se estremeció, su pastor principal es Daniel Quintanlla, un hombre de Dios con una clara visión de lo que Dios quiere para su nación. Lo que caracterizaba a esta congregación es que sus puertas nunca se cerraban, sino que permanecían abiertas día y noche; todos los días sin excluir ni uno tenían veladas de oración que comenzaban a las 9:00 de la noche terminaban a las 5:00 de la mañana; posteriormente se iniciaba el primer servicio de culto a las 6:00 de la mañana y de esa manera tenían cultos continuos todo el día; pero eso no es todo; una de las maneras que utilizaban para! clamar a Dos y recibir respuesta, son los ayunos que realizaban durante 40 días. El pastor nunca obligaba a nadie a asistir a los cultos o a realizar ayunos, pero los miembros de la iglesia lo hacen porque conocen el gran poder de Dios que se manifiesta cuando le buscan; la iglesia tiene más de 4000 miembros y cada día crece más, de la misma manera, las bandas de delincuentes en El salvador están desapareciendo notablemente; creo que la iglesia del pastor Quintanilla es un ejemplo para todas las iglesia cristianas. ¿No lo cree usted?

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17 consejos para acabar con tu fe

1. Piensa que la oración no es tan importante como ver televisión.
2. Piensa que el ayuno es sólo para los religiosos o para los necesitados, pero nunca para tí.
3. Sólo congrégate cada 15 días o cuando tengas ganas y asegúrate de no asistir a los demás servicios.
4. No leas la Biblia y piensa que es sólo para los nuevos cristianos y para los que no la han leído.
5. Asegúrate de no participar en los ministerios de la iglesia y piensa que tu presencia es suficiente.
6. No prediques el evangelio, déjaselo a los que tienen el ministerio.
7. Júntate con los apáticos de tu iglesia, pues ellos piensan que no vale la pena esforzarse.
8. Llega cuando la alabanza halla terminado.
9. Desobedece a tu pastor, así sabrá que no estás de acuerdo con él y la rebeldía matará más rápido tu fe.
10. De vez en cuando falta a tu ministerio y así sabrán que tú eres indispensable y otro tomará tu lugar y esto debilitará tu fe.
11. Cualquier cosa que hagas para tu iglesia asegúrate que todos te vean y de ese modo perderá tu espiritualidad y ayudará a exterminar tu fe.
12. Platica dentro del servicio de tu iglesia y trata de distraerte y esto acelerará el proceso de acabar con tu fe, ya que sólo estarás presente, pero no te habrás alimentado.
13. No cumplas con tus diezmos y ofrendas para que no se cumplan en ti las bendiciones que habla la Biblia y esto traerá desánimo.
14. Cree que las promesas de Dios sólo son para los muy espirituales, pero no para ti.
15. Si tú venías de otra iglesia no te sometas al orden de la iglesia actual, de esta manera la rebeldía se enseñoreará de ti y tu fe se desplomará.
16. No perdones a tus hermanos, así las heridas se harán más profundas y tu fe será bloqueada.
17. Habla con otras personas en contra de tu pastor (los tacos de lengua son riquísimos pero los tacos al pastor son mejores) y esto traerá a ti lepra espiritual y ayudará a que tu fe se venga abajo.
ESTOS CONSEJOS NUNCA HAN FALLADO, TEN LA SEGURIDAD DE QUE SI LOS SIGUES, ¡LO LOGRASTE! ACABARAS CON TU FE.

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El niño pobre

Caminábamos mi padre y yo por las calles de la ciudad; esto fue en el salvador. mi padre fue un pastor por mas de 30 anos, pero éramos muy pobres y no teníamos ni dinero ni posesiones. De pronto vi por la ventana de una casa un churro uno nada mas, el cual me quise comer pero estaba el vidrio de la ventana de por medio y no lo pude alcanzar. Le pregunte a mi padre porque éramos tan pobres si éramos hijos de Dios, el dueño del universo. El debería darnos todo, a lo que el contesto, lo tenemos todo lo que pasa es que no lo miramos, mira tus manos, tus pies, tus ojos, tu salud, tus padres. buena la cuestión es que me convenció de que lo tenemos todo lo que pasa es que no lo miramos.

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Cuando queremos independencia

Hace varios meses ví un filme que me hizo reflexionar tremendamente sobre las consecuencias de separarse del amparo de nuestro Padre y confiarnos en nuestras propias fuerzas y capacidades. La trama se desarrollaba en un pequeño pueblo donde el hobby era el alpinismo. Durante todo el filme un padre lleno de amor trataba de hacer llegar desde muy lejos en una nevera un hígado que sería transplantado a su hijo menor, el cual había sufrido un accidente al escalar una montaña. El niño tenía una hermana que sufría mucho pues se creía culpable de la caída de su pequeño hermano. El punto de reflexión llega en los minutos finales del filme durante un dialogo entre estos tres personajes. Hermana mayor: Siento que haya sido mi culpa, no sé que pudo haber pasado ya que yo siempre le había revisado los amarres y nunca se había caído. Padre: Hija yo siempre los revisaba después que tú los hacías y esta vez lo hice nuevamente, quizás cometí algún error. Hijo menor: Papá no te culpes porque yo después que tu revisaste las amarras las safé y las hice nuevamente para demostrar que solo era suficientemente capaz para lograrlo. Nuestro Padre celestial es Soberano sobre nuestras vidas y no deja nada al azar preocupándose por cada detalle en ellas. Cuando rebeldemente confiamos más en nuestras limitadas capacidades que en Su poder, Amor y Justicia caemos desde lo alto de la montaña y sufrimos traumatismos severos que solo nuestro Padre puede sanar con la preciosa y limpia sangre de Cristo Jesús por medio de Su Gracia redentora e infinita misericordia. "...porque separados de mí nada podéis hacer."(Juan 15:5b)

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Amado

AMADOS: Mi deseo y propósito desde la creación del Universo, ha sido, es y será que ustedes mis hijos disfruten de mis misericordias, de mis abundantes bendiciones, de mi infinita gracia y del profundo amor que les tengo. No hay nada que me satisfaga mas que verlos buscándome en todo momento y en todo lugar. Me complace enormemente ver como mes buscas y me clamas. Me embeleza ver como te deleitas en mi palabra, y como en medio de las penurias y dificultades. Yo Soy tu refugio y tu escondite. Deseo labrar en ti la personalidad de mi Hijo Cristo Jesús, además quiero forjar en ti por medio del amor y del fuego, el carácter de vuestro Salvador, pues a mis ojos eres piedra preciosa, lista para tallar, y YO el insigne escultor, haré de ti la gema hermosa, que desde la creación del mundo me propuse. Con propósito te cree y con profunda expectativa te envié, para que con libertad me entregues tu amor y me sirvas ayudando a los míos y encaminándoles hacia mi Persona. Deseo que recuerdes que eres el instrumento escogido para que Yo haga las cosas grandes y maravillosas que me he propuesto y que indefectiblemente las voy a cumplir. Frente a todo esto, y en este instante mis palabras deben tintinear tus oídos, y muy suavemente te digo que voy a afirmar tus caminos, para que cumplas mis decretos y al cumplirlos Yo alejaré el menosprecio y el desdén, y mis leyes se te volverán deleite y consejeros personales de parte mía. Es mi deseo que recuerdes siempre que con mis manos te cree y te di forma, y que además te di entendimiento para que aprendas mis mandamientos, pues con ellos aborrecerás las mentiras y así Yo aceptaré las ofrendas que broten de tus labios, te sostendré conforme a mis promesas, vivirás y no defraudaré tus esperanzas. Veo ahora que tu cuerpo se estremece por el temor que te inspiro, aprecio que tienes reverencia por Mi y por mis leyes, por eso y mas mi mano será tu ayuda y el Santo Nombre de mi Hijo Cristo Jesús, servirá para que ha mi clames y YO te bendeciré con mis misericordias y te infundiré aliento. Con Amor, Yo, el Padre

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Después de las tormentas

Mateo 14:24-32 Pero el miedo..... Cuando pienso en este bello relato de la experiencia de Pedro, con el Señor Jesucristo. Pienso en mi, en mi vida y en los momentos en que también he salido de la barca para reunirme con Jesús. A veces el miedo me ha hecho titubear y he gritado: "Ayúdame señor que me ahogo". Pienso que a veces los problemas cotidianos nos llevan a sentirnos solos, tristes, y angustiados, el salmista exclamo: Hubiera yo desmayado si no creyese que habría de ver la grandeza de Jehová en la tierra de los vivientes. Tal vez a veces te pasa que descubres mentiras, engaños, y piensas en dejarlo todo, en salir de la barca para acercarte a Jesús en busca de respuestas, pero a veces nos da miedo salir de la barca y más aún, avanzar hacia donde el nos espera. Dios tiene extendida la mano para que no nos rodee el miedo, si no que podamos sentir su tierna voz, ordenando a los mares callar, y diremos tal como pedro lo sintió aquel día en que caminó sobre el mar. Dios es tan hermoso, que todos los días en medio de nuestras pruebas, el coloca una hermosa ventana y un pequeño rayo de sol llega para iluminar nuestra oscuridad. Calmando nuestro agitado mar, y tendiendo su mano para no dejarnos hundir. Sencillamente Él es maravilloso.

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El diablo y el desaliento

Cuenta la leyenda que un día Dios mandó llamar al diablo y cuando éste compareció le dijo: Son tantas las plegarias que me hacen para que aquiete tu fuerza que he decidido privarte de todos tus poderes menos de uno. Elige, pues, aquel que quieras conservar. El diablo se puso triste, podía escoger sólo un poder para hacer todo el mal posible. Después de pensar, Satanás, hizo una mueca y dijo satisfecho: Me quedo con el poder de desalentar a los hombres. Con eso basta. ¿Puede existir un arma más peligrosa? El desaliento acaba con el amor, la fe, el hogar o el trabajo. Se puede presagiar el fracaso cuando alguien se deja abatir por el desanimo y deja abatir por el desanimo y deja de luchar. El problema no está en las dificultades, que para el animoso son retos, sino en el pesimismo y la desmoralización. Cuida tu fe y aviva la esperanza para preservar y no decaer. Trabaja con ganas y vencerás el demonio del desaliento. Aprende de tantos que se superan y llénate de la energía divina.

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Honra las vestiduras que te dieron

Dos hermanos gemelos vivían en el mismo pueblo. uno de ellos cometió un asesinato y la policía fue en su búsqueda. Al verse atrapado y delatado fue ante su hermanos gemelo y le explico que había cometido un crimen y que la policía lo estaba buscando para sentenciarlo. Al ver su desesperación el hermano gemelo que era un fiel creyente le dice no te preocupes dame tus vestiduras que están manchadas con sangre y toma las mías. Cuando llego la policía arrestaron al que tenia las vestiduras manchadas de sangre y fue sentenciado a la pena de muerte. Un día antes de su muerte le dijeron que tenia derecho a concederle una petición y el les dijo que quería que le entregaran una carta a su Hermano. Cuando su hermano recibió la carta la leyó y decía así: "Cuando leas esta carta ya habré muerto pero una sola cosa te pido, que honres las vestiduras que te di" Así a pasado contigo querido amigo, Cristo tomo el lugar que tu y yo debíamos pasar y el espera que de la misma manera honremos el sacrificio que el hizo por nosotros en la cruz de calvario.

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Tu confianza en mi la salvó

Aquella mujer, golpeada por la vida, no pudo resistir el duro impacto en su cerebro
y cayó fulminada en agonía de muerte, al conocer la noticia, escuche en mi corazón la siguiente pregunta, qué harás?,mi respuesta fue, te tengo a tí Señor, tú lo harás por mi. Pocos días después, abrazaba y caminaba junta a aquella mujer, mi madre, ante el asombro de todos. Mi respuesta,... Para El todas las cosas son posibles. La de Dios, Tú fe Y confianza en mi salvaron a tú madre.

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Diez diferencias entre la iglesia viva y la iglesia muerta

1. La iglesia viva está llena de personas con la Biblia en su mano. En la muerta nadie lleva su Biblia. 2. La iglesia viva tiene un culto intenso y una alabanza profunda. La muera lo tiene rutinario. 3. La iglesia viva tiene problemas de espacio. A la muerta le sobra durante años. 4. La iglesia viva tiene juventud "problemática". La muerta no. 5. La iglesia viva tiene una visión de fe. La muerta no tiene ningún tipo de programa. 6. La iglesia viva tiene como meta su proyección misionera. La muerta solo piensa en sus "necesidades". 7. La iglesia viva enfoca su ministerio en la gente. La muerta sólo se mira a ella misma. 8. La iglesia viva está llena de diezmadores. La muerta está llena de pedidores. 9. La iglesia viva está llena de aire fresco de amor. En la muerta las rencillas son la única motivación. 10. La iglesia viva es eminentemente evangelizadora. La muerta está fosilizada.

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El burro en el pozo

Un hombre tenía un burro y un pozo muy hondo dentro de su propiedad. Un día andando pastando el burro calló en el pozo, el burro muy asustado quería salir y no podía, y su dueño lo escuchó y trato de sacarlo pero por lo profundo del pozo se le fue imposible. en entonces el dueño del burro se puso a pensar en una opción, y finalmente decidió: "El burro esta muy viejo no me sirve y el pozo no tiene agua , tampoco me sirve, ya se que haré; invitaré a mis vecinos para que me ayuden a tapar el pozo, y el burro estaba escuchando lo que planeaba su dueño. y se puso muy triste el burro y se puso a llorar, "tanto que le he servido a mi dueño ahora que estoy viejo con esto me paga." Llegaron los vecinos y empezaron a tapar el pozo y el burro llorando. y después de un rato ya no escucharon al burro entonces se asomaron dentro del pozo y para su sorpresa vieron que el burro, por cada palada de tierra que echaban sobre de el se la sacudía y el burro iba saliendo del pozo, y así el burro logró salir, y cuando estuvo fuera el burro corrió y corrió y fue libre todo el resto de su vida. En la vida del cristiano las paladas de tierra son los problemas de esta vida Sacudámonos la tierra que va cayendo sobre nosotros porque el enemigo nos quiere tapar, para que no seamos libres, haciéndonos creer que ya no somos útiles en la obra de Dios.

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Oro de 14 Kl

Oro de 14 Kl Aparentemente era una prenda de oro puro, el comprador iba muy feliz, había hecho el negocio de su vida, la presumía con sus amigos, y no decía lo que había pagado por ella, sino que le subió la cotización del precio. Pero como sucede con todo lo que no es legitimo, ni puro, pronto comenzó a perder su brillo, y su comprador ya no la usó mas. La desecho porque no era oro autentico. Apocalipsis 3:18 "Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas." Cuantas veces nos a pasado en la vida. OJO con lo que ve tu ojo.

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Detrás de cada hombre hay una historia

Detrás de cada hombre hay una historia Debo confesar que no fue fácil sentarme a escribir mis experiencias con el Señor. Pero a petición de un hermano a quien estimo mucho por su humildad lo intentaré, con el único propósito de
que quien lea estas experiencias pueda sentirse como yo. Alguien muy especial para Dios. Salvados de la muerte en una Guerra. En el año de 1969 mi país, El Salvador y Honduras libraron una Guerra, a la que se le denomino la Guerra del fútbol, o Guerra de las 100 horas, porque según las estadísticas eso fue lo que duro. Mi familia se había trasladado a Honduras en busca de una mejor manera de vida, pues se sabia que aquel país poseía tierras fértiles. Lo cual facilitaría la labor de mi familia agricultora. Cuando se desató la Guerra, los hermanos Hondureños nos sacaron de su país, sin darnos tiempo de vender nada, salimos de madrugada me acuerdo yo, en una vieja carreta, haciendo el menor ruido posible para no ser escuchados por los vecinos y correr el riesgo de que nos mataran allí mismo. En la orilla de la muerte. Bueno pero en el camino los soldados Hondureños tenían retenes y bajaban a todos los que no eran de Honduras y eran de El Salvador y los mataban allí mismo. Cuando nosotros llegamos al reten, vi a mi padre inclinar su rostro, era seguro que nos iban a matar, lo habían hecho con los que pasaron antes que nosotros, ¿por qué no lo iban a hacer con nosotros también? ¿qué le pasa a papá le pregunte a mi madre? Esta orando contesto, Le escuche decir, hay Juana nos van a matar, (Juana es el nombre de mi madre) y mis hijos tan pequeñitos, que culpa tienen le dijo. ¿quien nos va a matar pregunte? No nada susurro mi padre. Para no infundirme miedo. ¿cuantos salvadoreños van en este bus? escuche decir al militar, solamente nosotros dijo mi padre con voz entrecortada, mi familia y yo, ¿cuantos son? Dijo, somos doce contesto mi papá. Déjalos ir le gritaron de abajo al hombre, no les hagan daño son cristianos. En ese momento mi corazón latía a una velocidad que no la he vuelto a sentir en mi vida. de esa manera me libro Dios de la muerte aquel invierno de Julio de 1969.

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Aun así, lo haré

Aun así, lo haré En días pasados, ví en la TV una escena poco usual, una escena que nunca había visto antes, y que me hizo sacudirme hasta lo mas profundo de mi ser. El día comenzaba igual, con la misma rutina de muchos días anteriores: El despertador sonó. Después de desperezarme, me metí a bañar, luego, por supuesto, me vestí. Estaba ocupado en ello, y en la TV pasaba una serie como muchas de las que comúnmente pasan en los días previos a la Semana Mayor. Ustedes las han visto. Series televisivas y películas en donde reproducen la Pasión de Jesús mas o menos fielmente, y mas o menos de la misma manera en todas. Los mismos eventos que conocemos del evangelio, pero con otros actores. Pero esta serie tenía algo especial. En la escena donde Jesús oraba en el huerto de Getsemaní, antes de ser aprehendido. Pero en esta escena, el enemigo tentaba a Jesús. En la escena, el enemigo llevaba a Jesús a un campo de batalla en la Segunda Guerra Mundial. La escena era desgarradora: bombas, disparos, fuego, sangre, muerte, odio por doquier. Los soldados morían por racimos. Tal vez esos hombres enemigos profesaban la misma religión, tenían las mismas creencias sin embargo, se mataban y caían por todas partes. El diablo le dijo a Jesús: " Por gente como esta quieres morir? Que no te das cuenta que nunca cambiarán? Porque tienes que sufrir lo que te espera, si ellos nunca lo valorarán? Con solo chasquear los dedos, estarías en 1 segundo con tu Padre. Sólo hazlo." Por un momento, sólo se podía escuchar el ruido de las balas. Sin embargo, nuestro Dios, majestuoso y poderoso, le dijo al diablo: "Yo he venido al mundo a salvarlos, y a morir por ellos. Es cierto que muchos de ellos no apreciarán lo que estoy próximo a hacer, pero muchos de ellos sí lo harán, y se gozarán cada vez que recuerden este día, porque he venido a eliminar la carta de adeudo que tienen, y a hacerlos libres..y eso voy a hacer, por duro que sea." En ese momento, el diablo se fue, e inmediatamente Jesús regresó a la escena del prendimiento en el huerto, entonces llegaron los fariseos, Judas, y los guardias. La escena me impactó. Y es que es verdad, muchas de las veces, como nos enseñaba nuestro Pastor en días pasados, no entendemos el valor de la sangre. El valor de SU sangre. Ahí mismo me gocé por el amor que Dios nos tiene, y, por supuesto, mi día comenzó mucho mejor.

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La joya de imitación

La joya de imitación Un hombre decidió adquirir un anillo, por lo que se contactó telefónicamente con un Joyero de su ciudad, y le pidió que le visitase en su domicilio. Muy feliz el joyero, ante la expectativa de un buen negocio, tomó un maletín con Joyas y se dirigió rápidamente a la dirección que le habían dado por teléfono. Tocó nerviosamente el timbre y esperó que le abrieran. Un anciano le abrió la puerta y le invitó gentilmente a entrar al living de su casa, luego de lo cual le pidió que le mostrase las joyas. Habían de todas clases, y de todos los precios. Algunas realmente excepcionales en su belleza. El anciano consultó cuál era la más cara. El joyero orgulloso y feliz, exhibió un anillo precioso cuyo resplandor hasta encandilaba al verlo. Su precio era altísimo, toda una verdadera fortuna. El anciano sacó el dinero y lo pagó, devolviéndolo a su lugar. Extrañado el joyero preguntó que significa todo aquello. El anciano consultó cuál era la joya más barata que tenía. Sin entender absolutamente nada, el joyero le mostró un anillo de imitación, sin brillo, sin ninguna belleza una burda baratija de imitación. El anciano le dijo: "me quedo con éste". Aún sin entender nada, el joyero preguntó: "Pero si Ud. ha pagado el precio de una joya verdadera, la más cara, ¿Por qué opta por quedarse con esa burda imitación de tan bajo precio?" A lo que el anciano simplemente respondió: "Porque simplemente, la quiero". Si te pones a pensar, fue precisamente lo que Jesús hizo contigo y conmigo. Pagó un alto precio por alguien que -en opinión de el mundo- no valíamos absolutamente nada. El amor de Jesús es tan grande, que habiendo pagado ese precio tan alto, ha optado por quedarse con lo vil y despreciado. ¡Bendito el Amor de Jesús! Para mi Dios que vive y reina para siempre, toda honra. gloria y alabanza. Bendiciones.

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Soy movimiento

Soy movimiento Era uno de esos días regulares de trabajo y me encontraba en mi oficina de la Universidad cuando entra una profesora y amiga. Comenzamos a hablar y
como de costumbre yo no perdí la oportunidad de hablarle de mis experiencias pasadas y como Dios ha cambiado mi vida. Entonces ella procedió a decirme una ilustración que me hizo pensar a profundidad. Ella me dijo: "Sol, si tu tomas una piedra y la lanzas al agua, esa piedra inmediatamente se perderá en las profundidades, pero el movimiento del agua permanecerá por algunos segundos para indicar que algo sucedió en ese lugar. Ese movimiento eres tu. Dios te ha permitido pasar por todas esas experiencias para que ahora tu seas luz a otros, y hables las grandezas que Dios ha hecho contigo. La experiencia pasó pero queda el resultado; el movimiento, que eres tu." Esas palabras tan ciertas, me hicieron recordar que este evangelio será predicado por testimonio y que todos, así como el agua agitada por algún objeto, somos movimiento al mundo que se pierde. Y tu querido amigo ¿te estás dejando sentir?

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El rey más justo

El rey más justo En una región muy lejana reinaba Jorge II, el cual se destacaba por su tiranía y por su prepotencia, el pueblo cansado de esto se alzó en armas pues no resistían más la opresión. Después de haberle matado y expuesto públicamente, quedó la necesidad de tener un rey justo, el cual les gobernara. Después de reunirse por varios días se proclamó un llamado para candidatos a Rey, que decía de la siguiente manera: "Cualquiera que sea capaz de traer a su primogénito para ser decapitado en la plaza central, será candidato al reinado de esta nación." Pasaron algunos días y no se presentó nadie. De pronto, pasado un mes un hombre bueno y justo, reconocido entre sus vecinos, fue capaz de cometer tal atrocidad. Si eres tan bueno, ¿porque mataste a tu hijo?, le preguntaron, a lo cual respondió: Lo analicé por 30 largos días, y el amor por mi nación me llevó a esta difícil situación. Hoy entregué a uno, pero puedo rescatar a miles. Dicho esto le alababan y su reinado fue largo y fructífero.

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Las cuatro esposas

Las cuatro esposas Había una ves un rey que tenia todo y sobre todo aquello tenia 4 esposas, pero un día se entero de que tenia una enfermedad muy grave, entonces en sus últimos momentos solo quería una cosa, entonces hablo a la cuarta esposa que estaba con ropas muy elegantes y muy bonita y le dijo: esposa mía tu eres a la que mas amo, yo que te he dado lo mejor y te he tratado muy bien te he dado las mejores ropas pero ahora en estos mis últimos momentos de vida podrías irte conmigo (morir conmigo) y la esposa respondió: !!!!!! nooo ¡¡¡¡¡ y se dio la media vuelta y se fue. Luego el rey mando llamar a la tercera esposa que estaba con muchas joyas preciosas y le dijo: esposa mía a ti también te quise mucho te di las mejores joyas y siempre te cuide mucho pero ahora en estos mis últimos momentos de vida podrías irte conmigo y la tercera esposa dijo: hay no, cuando tu te mueras yo me voy a casar con otro y se dio la media vuelta y se fue, luego mando llamar a la segunda esposa y le dijo: esposa mía a ti también te quiero pero en estos mis últimos momentos de vida podrías irte conmigo, y la segunda esposa le dijo: mira, lo mas que puedo hacer por ti es enterrarte, y se dio la media vuelta y se fue. Entonces se oyó una vos que decía yo me iré contigo ....................era la primera esposa y el rey dijo: esposa mía en estos momentos como lamento haberte descuidado y no haberte tratado bien. Esto pasa en la vida. La primera esposa representa las ropas que tenemos que al morir nosotros, las ropas se quedan aquí. Lla segunda esposa representa las joyas, que nosotros decimos que son nuestras, pero al morir terminan en las manos de otros. La segunda esposa representa a los familiares, que al morir lo único que pueden hacer por nosotros es enterrarnos La primera esposa representa el alma, que mientras estamos vivos le damos mas valor a las cosas materiales y la descuidamos y nos olvidamos de ella, pero al final es lo único que se queda con nosotros al morir.

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Yo sabia que serias un ángel. ¡Y lo fuiste!

Yo sabia que serias un ángel. ¡Y lo fuiste! Se nos parte el corazón al pensar en padres que pierden a sus preciosos hijos. Hubo un padre que le escribió un tributo a su pequeña hija llamada Bristol. Loque sigue a continuación es lo que él escribió: Querida Bristol: Antes que nacieras ore por ti. En mi corazón yo sabia que serias un ángel. ¡Y lo fuiste!. Cuando naciste, en el mismo día de mi cumpleaños, el 7 de abril, fue evidente que eras un regalo especial enviado por Dios. Pero, ¡qué regalo más maravilloso llegaste a ser!. Más que tus hermosos balbuceos y tus mejillas rosadas, más que el gozo indecible de que fueras nuestra primogénita, nuestra primera hija, mas que ninguna otra cosa en toda la creación, me mostraste el amor de Dios, Bristol, tú me enseñaste a amar. Por supuesto, yo, te ame cuando eras muy delicada y linda, cuando te diste vuelta y te sentaste balbuceando tus primeras palabras. Te amé cuando sentimos el agudo dolor de saber que algo andaba mal, que tal vez no estabas desarrollándote tan rápido como los demás niños de tu, edad y también te amé cuando supimos que lo que te sucedía era más serio que eso. Te amé cuando fuimos de un médico a otro y de hospital en hospital, tratando de encontrar un diagnóstico que nos diera alguna esperanza. Y desde luego, siempre oramos por ti incesantemente. Te amé cuando uno de los exámenes produjo que te extrajeran demasiado fluido espinal y te pusiste a gritar. Te amé cuando llorabas y gemías, cuando tu mamá, tus hermanas y yo íbamos por horas en el auto para ayudarte a que te pudieras dormir. Te amé, con mis ojos llenos de lágrimas, cuando, confusa, frágil, te mordías involuntariamente los dedos o el labio y cuando te pusiste bizca; y después cuando te quedaste ciega. Naturalmente, te amé cuando ya no podías hablar, pero ¡cómo extrañé no oír mas tu voz! Te amé cuando la escoliosis comenzó a torcer tu cuerpo como si fuera una "S" cuando pusimos un tubo dentro de tu estómago para que pudieras comer porque te ahogabas con la comida, que te dábamos por cucharadas tardándonos hasta dos horas en cada comida. Pude amarte cuando tus miembros retorcidos me impedían que fácilmente te cambiara los pañales sucios. ¡Cuántos pañales! Diez años cambiándote pañales. Bristol incluso te amé cuando ya no podías decir las palabras, que más anhelaba oír en esta vida: ''Papi, te amo" Bristol, te amé cuando me sentía cerca de Dios y también Él parecía estar muy lejos de mí. Cuando estaba lleno de fe y también cuando estaba enojado con Él. Y la razón por la que te ame, mi Bristol, a pesar de todas las dificultades, fue que Dios puso su amor en mi corazón. Esta es la maravillosa naturaleza del amor de Dios, que Él nos ama aun cuando nosotros estamos ciegos, sordos o torcidos, en nuestro cuerpo o aun más, en nuestro espíritu. Dios nos ama aun cuando no podemos decirle a Él que también le amamos. Mi querida Bristol, ahora estas libre y de acuerdo con las promesas de Dios nos reuniremos contigo y con Dios, libres de imperfecciones y llenos de gozo. Estoy tan contento de que Dios te haya puesto en nuestras vidas. Antes que nacieras, ore por ti. En mi corazón sabía que serías un ángel, y lo fuiste. Te ama, Papa.

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El hijo del Capitán

El hijo del Capitán Un barco pesquero se disponía a zarpar hacia un día de trabajo, entre la tripulación iba el hijo del capitán que a la vez es era el dueño del barco. Ya estando en alta mar una tormenta sacudió con furia la embarcación, las fuertes olas hicieron que el barco chocara contra un arrecife de coral abriendo éste una hueco en el casco del barco; enseguida el agua empezó a entrar violentamente amenazando con hundir el navío, todos los tripulantes comenzaron a gritar:-!Auxilio, nos hundimos que alguien nos ayude¡- De repente el hijo del capitán le dijo a su padre:-!Papá, yo iré a tratar de hacer algo!- El viejo capitán accedió, el joven bajó hasta la bodega del barco. Pasado un lapso de tiempo todos comenzaron a notar que el barco ya no se hundía y gritaron de alegría, pero el hijo del capitán no regresó jamás, dándose por ahogado. Cuando el barco fue sacado al astillero para ser reparado, la tripulación y los que iban a repararlo con gran asombro y tristeza vieron el cuerpo del hijo del capitán estaba trabado en el boquete que se había abierto. El muchacho sabía que nada se podía hacer por reparar el daño, así que en un esfuerzo y sacrificio el joven tapó con su propio cuerpo el hoyo. Hermanos, así mismo Cristo en un sacrificio de amor, tapó con su cuerpo el hueco de nuestra alma por donde las aguas de la condenación eterna nos amenazaban con ahogarnos el la lúgubre eternidad sin Dios, con cierta razón alguien dijo que el vacío del corazón del hombre es del tamaño de Dios.

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Dios cuida mi casa

Dios cuida mi casa Hace poco tiempo fui a visitar a un hermano de nuestra congregación, con el fin de saber el porque no había asistido a las reuniones. Al hablar con él, me dijo: "Mi esposa esta de viaje y no quiero dejar la casa sola, debido a muchos robos que se han efectuado en mi barrio." Al llegar a mi casa mi esposa preguntó: ¿Como te fue?; al comentarle sobre lo que el hermano me había dicho, nuestro hijo menor (5 años) me dijo en tono de pregunta: ¿vos no le dijiste que Dios le cuida la casa?. Todo quedo, aparentemente allí, pero, en la próxima reunión apareció el hermano y mi pequeño hijo lo confronta diciéndole lo siguiente: Hermano, ¿porque no venía a la iglesia? ¿no sabía usted que Dios le cuida su casa?. Esto nos hizo reflexionar que Dios nos habla a través de la persona o personita que menos esperamos. ¿Creemos que Dios cuida de nuestra casa?

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No te olvides del pato

No te olvides del pato Había un pequeño niño visitando a sus abuelos en su granja. El tenia una resortera (catapulta) con la que jugaba todo el día, practicaba con ella en el bosque pero nunca daba en el blanco. Estando un poco desilusionado, regresó a casa para la cena. Al acercarse a casa, divisó al pato mascota de la abuela. Sin poder contenerse, usó su resortera y le pegó al pato en la cabeza y lo mato. Estaba triste y espantado, y todavía en pánico, escondió el cadáver del pato en el bosque. Pero se dio cuenta que su hermana lo estaba observando. Lucrecia lo había visto todo pero no dijo nada. Después de comer la abuela dijo, "Lucrecia, acompáñame a lavar los platos." Pero Lucrecia dijo, "Abuela, Pedro me dijo que hoy quería ayudarte en la cocina, ¿no es cierto Pedro? Y ella le susurró al oído: "¿Recuerdas lo del pato?" Entonces, sin decir nada, Pedro lavó los platos. En otra ocasión el abuelo preguntó a los niños si querían ir de pesca, y la abuela dijo, "Lo siento pero Lucrecia debe ayudarme a preparar la comida." Pero Lucrecia con una sonrisa dijo, "Yo si puedo ir, porque Pedro me dijo que a él le gustaría ayudar." Nuevamente le susurró al oído "¿Recuerdas lo del pato?" Entonces Lucrecia fue a pescar y Pedro se quedó. Transcurridos muchos días en que estaba haciendo sus propias tareas y las de Lucrecia, finalmente él no pudo mas. Fue donde la abuela y confesó que había matado al pato. Ella se arrodilló, le dio un gran abrazo y le dijo, "Amorcito, yo ya lo sabia. Estuve parada en la ventana y lo vi todo, pero porque te amo te perdoné. Lo que me preguntaba era hasta cuando permitirías que Lucrecia te tenga como esclavo. ¿Hasta cuándo permitirás que tus pecados sin confesar te mantengan esclavo? Hoy puedes gozar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios

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¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte?

¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? Una historia china habla de un anciano labrador que tenia un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapo a las montañas. Cuando los vecinos del labrador le dijeron que mala suerte tenia por perder el caballo, el les replico: ¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? ¿Quien Sabe? Una semana después el caballo volvió trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces sus vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte y este les respondió: ¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? ¿Quien Sabe? Cuando el hijo del labrador intento domar uno de aquellos caballos salvajes, se cayo y se rompió una pierna. Todo el mundo considero esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limito a decir: ¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? ¿Quien Sabe? Unas semanas mas tarde, el ejercito entro en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿Quien sabe ?. Todo lo que a primera vista parece contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañino. Así pues, será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena y mala suerte, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.

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¿En crisis? Confíe en Dios

Roberto cerró con cuidado la agenda en la que había escrito un nombre y un número telefónico. Se quedó mirando a través de la ventana. El sol brillaba en todo su esplendor y la gente caminaba tranquilamente por la avenida. Por la estación en que se encontraban, las hojas habían comenzado a caer de los árboles, tapizando suavemente el prado.
Suspiró hondo, miró a su alrededor y comprobó que estaba solo. La situación por la que atravesaba no era fácil. Cada peso que entraba a sus bolsillos, se iba con la misma facilidad con que llegaba. Algo insostenible. Como consecuencia, su economía iba en picada.
Muchos se habían acerado para recomendarle algo. Una vecina, Séfora, llegó a insinuarle que conocía a un practicante de ritos que podía sacarle de la situación en la que se encontraba. Ese era el nombre y el número telefónico que acababa de anotar.
Meditó unos instantes antes de proceder a llamarle. Pensó en Dios. Él era su hijo. Era en el Padre en quien tenía que confiar, en nadie más. Miró la agenda y tomó una determinación: no llamaría a ningún agorero. Depositaría toda su confianza en el Padre celestial.
Desde entonces comenzó a orar y las condiciones que enfrentaba cambiaron. A su decisión de ir al Señor en procura de ayuda, sumó modificaciones en su sistema de gastos. El panorama comenzó a ser alentador.
Es probable que usted esté abocado a tomar decisiones desesperadas. Considera que sólo en el ocultismo hallará respuesta a sus interrogantes o salidas a su laberinto. ¡Cuidado! Pensar así es caer en el engaño de Satanás.
Dios espera que no nos contaminemos con nada oculto. Él dejó constancia en la Biblia: "Perfecto serás delante de Jehová Dios" (Deuteronomio 8:13 b).
Vuelva toda su confianza al Creador. Solamente Él, y nadie más que Él, puede ayudarle. Todo será diferente si tan solo espera en el Supremo Hacedor. Las circunstancias serán diferentes...

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Nunca es demasiado tarde

Esta historia, como todas las demás es verídica, pero notablemente, siempre me hago eco de las personas que cimentaron mis deseos de crecer en la fe. Y Kimani es un ejemplo.
Entren por un momento a: http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/8202378.stm y conozcan algo de el que los va a ilustrar. Como vivió, como murió, que fue lo que se propuso, etc. Pero pasemos al relato de esta persona que entró al libro de los record.
A Kimani Nganga Maruge le queda bien el uniforme de su escuela. Todo un mérito si se piensa que no a cualquier persona de 85 años le sientan un par de pantalones cortos, una camisa celeste escolar y unos largos calcetines blancos.
Debe ser por el entusiasmo que Kimani se ve tan bien. La BBC cuenta que el keniano está feliz por haber cumplido su sueño de entrar al colegio y también lo están las autoridades de su país, que no esperaban que alguien tan viejo respondiera a la política de hacer gratuita la educación primaria. Pero Kimani quería aprender a contar la plata que espera le pagarán por haber peleado contra los británicos en 1950 y también quería aprender a leer para poder descifrar la Biblia porque no cree en la versión que le dan cada domingo en la iglesia.
Kimani, que comenzó a estudiar el año 2004, tiene el récord Guinness de ser la persona con más edad al momento de entrar al colegio. Y como su caso es emblemático fue elegido para viajar a Nueva York. Allí les dirá a los líderes reunidos en la Cumbre de las Naciones Unidas que hay más de 115 millones de niños que son demasiado pobres para estudiar.
Tomado de Noticiacristiana.com y de la BBC
Este es un buen ejemplo para aquellos que creen que es demasiado tarde para empezar. Nunca es demasiado tarde. Lo que no se comenzó aún se puede comenzar ahora. Dios siempre extenderá su mano para sostener a aquel que dice, este es mi día.
No dejes que la inercia te arrastre, tienes buenos motivos para creer que pueder comenzar de nuevo, pero el mayor motivo que debe inspirar es la persona de Jesús, quién siempre estará a tu lado, porque así lo ha prometido. Por lo tanto, vamos, comienza de nuevo. Hazlo hoy.
Levántate, porque este asunto es tu responsabilidad, pero estaremos contigo; anímate y hazlo . Esdras 10:4
Todo lo que tu mano halle para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque no hay actividad ni propósito ni conocimiento ni sabiduría en el Seol adonde vas. Eclesiastes 9:10

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Conoces al Espíritu Santo?

Jesús preparó a los discípulos para Su partida, diciéndoles verdades clave de la fe, cuando se acercaba la hora de su muerte. Les habló del cielo, y les aseguró que regresaría un día (Jn. 14:1-4). Les explicó que Él era el único camino al Padre (v. 6) y les señaló que la oración y una relación con el Espíritu Santo eran ingredientes importantísimos y necesarios en la vida del creyente (vv. 13, 14) Jesús describió al Espíritu como la promesa del Padre, un regalo que cada uno de ellos recibiría cuando terminaran los días de Jesús sobre la tierra. La presencia del Espíritu era tan vital que se les ordenó esperar en Jerusalén hasta que Él descendiera (Lc. 24:49). Después de la llegada del Espíritu, cada uno de ellos sería revestido de poder divino, distinguiéndoles como propiedad de Dios y capacitándoles para llevar a cabo la comisión dada por Jesús (Mt. 28:19, 20).
Para capacitarnos, equiparnos y darnos poder para obedecer Su plan, Dios le envía a cada creyente el mismo regalo: la persona divina del Espíritu Santo. Su presencia es esencial si queremos tener una vida cristiana victoriosa. Por medio de Su obra, nos hacemos conscientes del pecado, recibimos el poder para rechazarlo, descubrimos la tarea divinamente preparada para nosotros y logramos la fortaleza y el valor para hacer la voluntad de Dios (Ef. 2:10; 3:16).
Entender la verdadera identidad del Espíritu Santo es un imperativo para todo cristiano. Él es una persona, igual a Dios el Padre y a Dios el Hijo, y es también el regalo prometido que viene acompañado de poder. Hágase la siguiente pregunta: ¿Qué tan bien conozco al Espíritu Santo como una persona?

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Sos como El quiere que seas?

Había un hombre que fue conocido como un problemático que tornaba imposible la vida de quienes le rodeaban. Por muchisimos años maltrató a su esposa, a quien nunca le demostró amor, la conservaba sometida como en las mejores épocas de la esclavitud. En cuanto a sus hijos, ni siquiera podían jugar en casa porque al hombre le molestaba la bulla.
Su comportamiento fue igual durante mucho tiempo hasta el día en que llegó un predicador al pueblo. Se transportaba en el único vehículo intermunicipal, viejo y oxidado, que transportaba personas provenientes de la capital.
El hombre se bajó con sumo cuidado, como quien mide bien sus pasos. Llevaba una enorme Biblia. Organizó todo y predicó en pleno centro de la plaza. Este hombre amante de la esclavitud, se acercó movido por la curiosidad.
El mensaje lo impactó. No pudo negarse. Cuando hicieron la invitación a tomar una decisión de fe, pasó al frente. Y por primera vez desde que tuviera conocimiento, estuvo de rodillas, clamando, con llanto y palabras incoherentes. Él mismo había arrastrado un infierno por dentro y quería salir de él.
Aquél día marcó la diferencia. En adelante su existencia no fue la misma. Cambió. En adelante todo fue distinto. Pensaba y actuaba diferente. Sus actitudes eran diferentes en su conjunto.
Cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón, viene el cambio. La transformación se torna evidente a todos y podemos asimilar en nuestra existencia lo que recomendaba el apóstol Pablo: "Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo" (Colosenses 4:5).
Andar sabiamente es medir cuidadosamente nuestro comportamiento, buscando que en todo agrademos al Señor por quien fuimos creados y para quien existimos. Ese pensar y actuar diferente, es un testimonio de que Cristo está obrando en nuestro ser.
Quienes se encuentran junto a nosotros están atentos a cómo actuamos. Mucho más cuando les compartimos que hemos recibido a Jesucristo como Señor y Salvador. Sobre esa base, es primordial que dejemos que nuestro amado Salvador tome el control de todo nuestro ser y nos lleve a ser conforme Él quiere que seamos.

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Que mas necesitas para hacer una fiesta?

El sol se empezaba a esconder en el occidente, los discípulos buscan un lugar para pasar la noche y hacer un recuento de las aventuras vividas.
¿Te podés imaginar uno de los ordinarios días que los discípulos pasaron al lado de Jesús? “¡Que día!” - diría uno de ellos. “Creo que caminamos más de treinta kilómetros”. Recordar los detalles del viaje animaba todo tipo de diálogos acerca de las situaciones que enfrentaron: La conversación con el centurión. La mujer que lavó los pies de Jesús con sus cabellos y un costoso perfume. La sanidad milagrosa del hijo de la viuda en Naín. Como era típico, los hombres habían ido de pueblo en pueblo,
sanando gente, enseñándoles acerca del Reino de los Cielos y ofreciéndoles libertad del pecado. Tan solo imagina las conversaciones durante la cena después de uno de esos días. Mateo, también llamado Leví, se sentaba junto al resto del grupo disfrutando la riqueza de este compañerismo. Puedo imaginar como se hacían bromas y reían juntos, mientras Pedro preparaba para la cena el pescado que su hermano Andrés había magistralmente convertido en filetes. Pero en medio del regocijo, los pensamientos de Mateo se alejan de la escena mientras contempla el familiar rostro de sus amigos. “No puede haber nada mejor que esto”, pensaba Mateo ( especialmente cuando tan solo hace unos días, sentado a la mesa donde cobraba los impuestos, era uno de los ciudadanos más odiados de la comunidad). Durante semanas había estado viajando junto con los otros once discípulos ayudando a Jesús en el trabajo del Reino; y se preguntaba: ¿Qué pensarán de todo esto, mis viejos amigos recaudadores de impuestos? Entonces, se le ocurre la gran idea: “Señor, ¿Qué te parece si hacemos una fiesta en mi casa? Eso sí, voy a invitar a todos mis viejos amigos. Si logro juntarlos con mis nuevos amigos de seguro que ellos también creerán en Ti Señor”. A Jesús le parece una excelente idea y garantiza que El y los demás discípulos van a estar presentes. Finalmente llega la noche esperada y todo sale tal y como Mateo lo había planeado, un grupo numeroso de recaudadores de impuestos y otras personas estaban comiendo con ellos. Hasta que llegaron los Fariseos y los maestros de la ley: “¿Por qué comen y beben ustedes con recaudadores de impuestos y pecadores?”. Entonces Jesús salva la fiesta: “No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se arrepientan”. (Lucas 5:29-30). En principio era cierto que Jesús estaba en compañía de pecadores profesionales. Pero el propósito de su misión así lo demandaba. El vino a redimir enfermos pecadores y saciar almas sedientas y con gusto cumplía con la agenda de Su Padre quien lo había dado todo por salvar a personas como Mateo y sus amigos. Me imagino que esa noche, después que todos se fueron a casa, Jesús abrazó a Mateo y de alguna manera le expresó su aprobación.
¿Estamos olvidando a nuestros viejos amigos que necesitan conocer a Jesús? ¡Mateo no lo hizo! ¿Por qué no hacemos una fiesta?

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Ya te sientes definitivamente en Libertad

Esta historia cuenta que cierta vez, en el año 1948, se abrieron las puertas de la cárcel en Cartagena, Colombia, para darle entrada a Anita Ríos. Había matado a su esposo Ricardo de una certera puñalada por causa de infidelidad.
Las puertas de esa misma cárcel se abrieron otra vez en 1989 para dejar salir a Anita Ríos. Había pasado cuarenta y un años en prisión. Salió caminando con la ayuda de su nieta Carmela Muñiz (su nieta y dos bastones), ya que ahora tenía ciento dos años de edad.
Durante veintiséis años fue bibliotecaria de la cárcel. Siempre observó buena conducta. Por eso, y por sus canas, le redujeron la pena. Pero cuando salió del largo encierro dijo: «No estoy arrepentida de haber matado a mi marido.»
Quiere decir que esta anciana centenaria necesitaba salir de otras prisiones más, no sólo de las paredes y rejas de la cárcel de Cartagena.
Necesitaba salir de la cárcel del rencor. Todavía, cuarenta y un años después, no perdonaba a su esposo. Necesitaba salir de la cárcel de los recuerdos amargos. Durante cuatro décadas rumió en la cárcel su amargura y su despecho. Unió a la cárcel de hierro y cemento la prisión del rencor que acumuló en el alma. En fin, ella necesitaba, a los ciento dos años y antes de que se le acabara la vida, salir de la cárcel del pecado.
No hace falta estar entre rejas para estar preso. Los vicios dominantes y los sentimientos negativos del alma son una cárcel. El juego, el alcohol, las drogas, las relaciones sexuales ilícitas, son cárceles verdaderas. Los temores, los rencores, las antipatías y los odios son cárceles también. Encierran corazón y alma en un círculo estrecho y miserable de tinieblas.
La actitud más sensata es reconocer que vivimos presos en nuestros problemas y pasiones, y que necesitamos clamar por libertad. Y cuando clamamos, Cristo, el gran Libertador, está dispuesto a liberarnos. Pidamos a Dios con humildad que nos dé libertad de la cárcel más agobiante del mundo, la prisión del pecado.

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¿Has perdonado de corazón?

La madre le dijo un día que la esperara. "Voy a resolver un asunto pendiente y vuelvo por ti", le prometió. El chico tenía apenas seis años. La miró con angustia pero la mujer, sin mayores gestos, volvió la espalda y camino sin volverse a mirar atrás hasta que llegó al final de la avenida y cruzó. Jamás la vio de nuevo.
Todas las tardes, confiando en la promesa de su progenitora, se paraba junto a una ventana grande de madera, en una casona antigua de La Habana, en Cuba. Esperaba verla llegar. Muchas veces imaginó la forma como le expresaría su amor. Le diría: "Me hiciste mucha falta, mamá". Pero la oportunidad jamás se dio.
Cuando cursaba una carrera universitaria, se enteró que –por boca de su padre—que ella jamás volvería. Junto con un mexicano había decidido radicarse en los Estados Unidos. Y durante todo ese tiempo, no se comunicó. Ni siquiera en Navidad. Aún así, en el corazón del joven albergaba la esperanza de que un día, todo fuera diferente. "Estoy seguro que todo tiene una explicación y me dirá por qué no vino por mí", decía.
A los cuarenta y un años tuvo un encuentro con su madre. Ya no tenía expectativas sino rencor. Había anidado en lo más profundo de su corazón. Dentro, todavía había un niño esperándola junto a una ventana gigante de madera, en su país natal. "Me engañaste. No eres más que una mentirosa", le gritó.
Perdonarla, tomó tiempo. No fue fácil. Por el contrario, en ocasiones le parecía que era un duro ascenso por una colina escarpada, con caminos inestables por el lodo. No obstante, lo logró. No fue en sus fuerzas, sino en las de Dios.
Revise hoy su corazón
Con frecuencia los seres humanos albergamos en lo más profundo de nuestro corazón, sentimientos encontrados. Hay rencor, rabia, resentimiento. Aflora cuando nos encontramos o tal vez evocamos a quien, consideramos, nos produjo mucho daño. Basta que vengan a nuestro pensamiento, para expresar con nuestro rostro molestia y el íntimo deseo de vengarnos.
¿Le ha ocurrido tal vez? Sin duda que sí. Todos en menor o mayor medida lo hemos experimentado. Ahora, ¿es eso lo que espera Dios de nosotros? Sin duda que no. En cierta ocasión el Jesucristo, compartió una parábola sobre un hombre a quien su señor perdonó sus deudas pero él a su vez no perdonó a quien le adeudaba, fue objeto de severo castigo. Y concluye el Maestro: "Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas" (Mateo 18:35).
Si deseamos ser perdonados por Dios, necesariamente debe haber en nuestro corazón disposición para perdonar, como el propio Señor Jesús enseñó: "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres su ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas" (Mateo 6:14, 15).
Es probable que se le dificulte perdonar. Y seguirá siendo así, en la medida en que luche en sus fuerzas. Entregue esta situación a Dios. Hágalo en oración. Pídale la fortaleza para perdonar. Sin duda lo hará y usted quedará libre de una enorme atadura que le impide crecer en los ámbitos personal y espiritual.

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Dios ha preservado su palabra

Se quemaron los bancos, los retratos, no quedó nada, sin embargo nadie se explica cómo la Biblia que se encontraba colocada en el pulpito no sufriera ningún tipo de daño.
“Está intacta, y la mantilla sobre la que se posaba, también, esto es un misterio», declaraba un testigo presencial”.
El hecho sucedió y es real. En la localidad de Pastur en Asturias, que desde ese día tiene una nueva leyenda, que para muchos será inexplicable y a otros les hará dudar.
« ¿Ahora voy a tener que empezar a creer en Dios?», se preguntaba un vecino.
Las hipótesis no se hicieron esperar. Unos vecinos decían: «Ya te lo decía yo, que aquí siempre hubo misterio»; otros: «Seguro que estaba hecha de un material ignífugo». Cada uno a su manera sacó sus propias conclusiones, lo que sí es verdad es que el lugar parece estar rodeado de una religiosidad especial.
El incendio ha supuesto una gran conmoción en la comarca. Cientos de devotos se despidieron de la Santina ese jueves sin saber que aquel sería su último adiós.¿Sabe si se quemó la Santina?. La Santina se había quemado. La Biblia no.
Tomado de noticiacristiana.com
A través de la historia de la humanidad ha quedado registrado que la Biblia ha sobrevivido a muchos ataques y muchos intentos por hacerla desaperecer. Dios la ha preservado, porque definitivamente la Biblia es la Palabra de Dios. No es un libro cualquiera, es la misma Palabra de Dios. Ya la haz leido hoy?
No añadan ni quiten palabra alguna a esto que yo les ordeno. Más bien, cumplan los mandamientos del Señor su Dios. Deut 4:2
La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer al SEÑOR tu Dios, observando cuidadosamente todas las palabras de esta ley y estos estatutos. Deut 17:19
Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio. Prov 30:5.

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Sabés quién vive dentro tuyo?

Muchas personas ven el Espíritu Santo como un poder al cual aprovechar, o como una fuente de controversia que hay que evitar. Es por eso que debemos acudir a las Escrituras para tener una descripción precisa y verdadera de Él. Entre los cristianos abundan las opiniones acerca del Espíritu Santo. Para algunas iglesias es lo principal, y para otras es insignificante.
Primero, el Espíritu Santo es una persona. Sabemos esto porque las Escrituras nos dicen que Él tiene cuatro cualidades importantes de una persona: conocimiento, voluntad, emociones y actividad. El Espíritu Santo conoce los pensamientos de Dios y los revela a los creyentes (1 Co. 2:10, 11); ejerce Su voluntad en la distribución de los dones a los creyentes (1 Co. 12:7-11); está también lleno de amor (Ro. 15:30) y actúa como nuestro consolador, ayudador, maestro y guía.
Segundo, Dios Espíritu Santo es igual a Dios Padre y a Dios Hijo. Los atributos de cada miembro de la Trinidad están presente en los tres. Por tanto, el Espíritu Santo es omnisciente (lo sabe todo) y omnipotente (todopoderoso). Para lograr la redención del hombre, el Padre envió a Su Hijo a la tierra para que tomara forma humana y se convirtiera en nuestro Salvador. Después de volver al cielo, Jesús envió al Espíritu Santo para vivir dentro de los creyentes. La presencia interior del Ayudador nos identifica como posesión de Dios, nos separa del mundo incrédulo y es la garantía divina de que pertenecemos al Señor para siempre. La obra del Espíritu Santo es conformarnos a la imagen de Cristo (Gá. 5:16) y vivir la vida de Jesús a través de nosotros (Jn. 15:5).

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Claro que podés hacerlo. Intentálo

Esto fue lo que me motivó y que dio un vuelco a mi vida. Esta pequeña y simple historia, es la base de lo que hoy me pone feliz. Se puede y es muy bueno.
Abelardo lo hizo solo. No aprendió los principios de las Escrituras bajo la guía de ningún maestro. A la sazón era la única alternativa ya que vivía dos horas adentro, en una montaña que se elevaba majestuosa junto a la cordillera de los Andes, en el Perú.
Después de terminar sus labores agropecuarias, hacia las cinco de la tarde, dedicaba dos horas al estudio bíblico. Lo hacía a solas mientras que su esposa preparaba los alimentos en la cocina. Leía
en voz alta. Con paciencia. Ávido por aprender todo lo que podían enseñarle las Escrituras.
Rayaba los sesenta años y tuvo el convencimiento de que valía la pena comenzar una nueva vida. La ofrecía Jesucristo y no importaba su edad. A él le pertenecía la posibilidad de reemprender el camino diario, de cambio.
Abelardo renunció a su vieja forma de vivir. Lo hizo con el convencimiento de que agradaba a Dios. No quería fallarle. Su esposa, con el paso de los días, terminó asimilando esa forma de vida. Llegó también a amar a Jesucristo de una manera especial.
Cuando sometemos al Hijo de Dios nuestra existencia, se producen modificaciones en nuestra forma de pensar y por tanto, de actuar. Es una transformación progresiva y firme la que se experimenta.
El apóstol Pablo escribió: "Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la Palabra de Dios. Por el contrario, manifestando la verdad, nos recomendamos, delante de Dios, a toda conciencia humana" (2 Corintios 4:2).
En palabras sencillas puso de manifiesto que estaba dejando atrás su forma de vivir para emprender un nuevo camino con Cristo. Lo hacía caminando en Su presencia con transparencia, sabiendo que a los hombres podemos engañarlos pero no a Dios.

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Evitémoslo al menos una vez

Las personas hacen cosas muy locas cuando pierde el control. ¿Has visto alguna vez a un pequeño en medio de una rabieta? Patalea, llora y grita toda clase de tonterías. Se tira al piso, y agita descontroladamente sus bracitos y piernas en un cómico baile desesperado, fruto de su enojo. Parece que hubiera enloquecido.
¿Alguna vez has visto a un adolescente perder el control? En una oportunidad vi a uno de los mejores atletas de mi escuela dar un puñetazo tan fuerte a su armario que se quebró la mano y arruinó
su carrera deportiva
¿Alguna vez has visto perder el control a una joven madre que tiene dos niños en edad preescolar y su esposo nunca está en casa? No es muy agradable de ver. Lo más triste es que les grita a los pequeños simplemente por hacer las cosas que hacen los niños. En sus cabales, cualquier madre sabe que no es bueno actuar de esa manera, pero esta madre no está en su sano juicio… esta perturbada
¿Alguna vez has visto a un hombre perder el control? Puede ser verdaderamente temible, por el peligro que significa su poder y su fuerza descontrolada. El riesgo abarca desde la destrucción del hogar hasta el abuso del cónyuge e incluso la violencia contra sus propios hijos. Con un vocabulario que va desde las obscenidades hasta las amenazas que hielan la sangre, logra demostrar que esta realmente loco.
En nuestra cultura, las palabras “enojado” y “loco” son casi equivalentes. Es común que los hermanos se adviertan: “¡Cuidado, mamá (o papá) está como loca”. ¿Pero son sinónimos los conceptos de ira y locura? ¿La ira siempre tendrá que manifestarse en forma de locura desenfrenada, destructiva, peligrosa, fuera de control, violenta y pecaminosa?
La Biblia se ocupa muy bien de mantener separados los dos conceptos de ira y locura. “Si se enojan” (dice el apóstol Pablo a los cristianos de Éfeso) “no pequen” (Efesios 4:26). En otras palabras, está bien enojarse; está bien experimentar lo que el diccionario llama: “sentimientos fuertes de desagrado e indignación”. Pero, no está bien hacer berrinches, tirar las ollas, ni dar puñetazos. Según la Biblia hay formas constructivas de expresar la ira, pero no es fácil. Proverbios 16:32 dice: “Más vale ser paciente que valiente; más vale dominarse a si mismo que conquistar ciudades”.
¿Has perdido el control últimamente? ¿Les has gritado en forma irracional a tus hijos o los has golpeado en un arranque de ira? ¿Has hecho que tu cónyuge o tu mejor amigo se queden temblando por la fuerza de tus palabras amenazadoras? ¿Eres esa clase de persona que insulta al cajero del banco si comete un error? ¿Te descubres usando innecesariamente la bocina del vehículo en algún lugar? ¿Hiciste que alguna fiesta familiar se arruinara por tus estallidos de ira? ¿Sueles saturar el ambiente con tu irritabilidad?
Es más meritorio dominarse a si mismo, dice Proverbios, que ser un valiente héroe de guerra capaz de conquistar ciudades. A mí, lo mismo que a ti, me gustaría poder hacerlo. Sin embargo, casi siempre estoy muy lejos de lograrlo. ¿Por qué? ¿Por qué dejamos que esa poderosa emoción llamada ira tenga tanto control sobre nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones?
Este es el momento de proponernos dejar de darle lugar al enemigo y empezar a controlar esas emociones, por nuestra salud espiritual y por el bienestar de aquellos que bien nos quieren. Que te parece. Comenzamos. Evitemoslo una sola vez para probar. Dios te bendiga y te de fuerzas.

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Engaño de Dioses Falsos

Estaban muertos de frío, así que se presentaron ante los dioses para suplicarles que les dieran fuego. Los dioses les dieron el fuego anhelado después de exigir que les rindieran culto, pero luego les hicieron una mala jugada: hicieron caso omiso de sus danzas de alegría y sus cánticos de gratitud, y al rato cayó un aguacero con granizo, de modo que se volvieron a extinguir las hogueras de los pobres indios.
Cuando ya de tanto temblar y de tiritar no podían soportar más el frío ni la helada, volvieron a rogarles a los dioses que
se apiadaran de ellos y les dieran siquiera un poco de fuego. Pero esta vez los dioses les exigieron sacrificios humanos, es decir, que a las víctimas les abrieran el pecho con un puñal y les ofrendaran el corazón. Sólo así llegarían a merecer el ansiado fuego.
Dicen que los quichés ( ...etnia quiché, que vive en Guatemala de origen maya) accedieron y sacrificaron a sus prisioneros y, mediante la sangre de éstos, se salvaron del frío espantoso. En cambio, los cakchiqueles no sucumbieron ante la exigencia de los dioses. A estos primos de los quichés, que eran también herederos de los mayas, les pareció un precio demasiado alto que pagar. Los valerosos cakchiqueles se acercaron en completo silencio a la hoguera de los quichés, pasaron imperceptiblemente por el humo y se robaron el fuego, y luego fueron y lo escondieron en las cuevas de sus montañas. (Eduardo Galeano, Memoria del fuego I: Los nacimientos, 18a ed. (Madrid: Siglo XXI Editores, 1991), p. 13. )
Esas impresionantes escenas del Popol Vuh, es decir, de las antiguas historias del Quiché, forman parte de lo que se ha considerado el mayor testimonio ancestral de los guatemaltecos. En ellas sentimos no sólo el frío que a aquellos indígenas les calaba hasta los huesos, sino también el que les invadía el corazón, órgano vital que sus dioses les exigían a cambio de un poco de fuego. ¿Sería que sus dioses carecían de corazón ellos mismos, y que procuraban saciarse de corazones humanos para suplir esa falta?
Lo cierto es que lo que más les hacía falta a los quichés no era fuego sino conocer al único Dios verdadero. De haberlo conocido, hubieran sabido que Él ya había procedido de un modo diametralmente opuesto a esos dioses falsos. A diferencia de éstos, el Dios de la Biblia nos amó tanto que, en lugar de exigir sacrificios humanos de parte nuestra, Él mismo se sacrificó en nuestro lugar. Ro 3:25; 8:3; Ef 5:1; Heb 7:27; 9:26-28; 1Jn 2:1; 4:10
Cuando nos estábamos muriendo de frío espiritual por falta del calor de su presencia, Dios estableció un requisito para que pudiéramos recibir el perdón de pecados que nos separaban de Él. Pero no exigió el derramamiento de sangre nuestra mediante la entrega de nuestro corazón físico a Él, sino el derramamiento de la sangre de su Hijo, (Heb 9:11-22 ) que se hizo hombre y nos entregó su corazón al morir por nosotros. (Jn 1:14)
Así que Dios no espera que hagamos nada para merecer el fuego de su presencia en nuestra vida. No es posible, porque Él ya lo hizo todo. (Ef 2:8-9)
Pero sí espera que nos apropiemos de ese fuego entregándole nuestro corazón, no de modo físico sino espiritual, y no por obligación sino de buena voluntad, pues es allí donde Él quiere que arda su presencia. (Pr 23:26)

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El equipo de fútbol donde juega Cristo

Todavía conserva en su memoria aquellos tiempos en los que millares de espectadores gritaban desde las tribunas, aclamando alguna de sus jugadas en el campo de fútbol. Por aquella época Jorge Augusto Escobar estuvo inscrito, en diferentes períodos, en los equipos del Sogamoso Fútbol Club y el Atlético Sogamoso, en Colombia. Soñaba con ser famoso.
Sin embargo una revisión cuidadosa de su existencia le llevó a trazar un nuevo rumbo. Renunció a todo para dejar que aflorara en su corazón la extraña mezcla que le inclinaba a las disciplinas deportivas pero también la vocación de servicio social. Y se dedicó a trabajar en la formación de niños de escasos recursos económicos, teniendo como base el deporte.
Este joven alto, delgado, de cejas pobladas, mirada profunda y un flequillo de cabello que cae sobre su rostro dándole la apariencia de un niño travieso, creó en Santiago de Cali una escuela de capacitación futbolística. Le puso un nombre singular: "Once Cristo". "Nosotros jugamos en el equipo ganador, en el de Jesús que amó a la humanidad y que puso especial cuidado en los niños", explica a quienes le interrogan acerca de su decisión.
Tiene a cargo treinta menores que residen en el Distrito de Aguablanca, una zona marginal del oriente de la ciudad. A menos que se les hubiese ofrecido esta oportunidad, muchos terminarán inmersos en las pandillas, consumiendo droga y exponiendo la vida en actividades ilícitas. Ahora su futuro será diferente, gracias a esta labor incansable que tiene como centro a Jesucristo. Es por amor a Él que José Augusto escobar dedica lo mejor de su existencia a la niñez.
Periódicamente programa con los chicos visitas a sitios atractivos y turísticos de Santiago de Cali, a cines y caminatas para inculcarles valores y generar en sus corazones identidad por su tierra, sus sueños y la necesidad de propiciar el bien común.
¿Cuál es su compromiso?
Latinoamérica es una de las zonas del mundo donde mayor vulneración se genera hacia la niñez. Son víctimas de abuso físico y psicológico. Muchos de ellos habrán sido violados antes de llegar a la adolescencia. Otro buen número seguirá el camino de la delincuencia o de la prostitución porque eso es lo que aprecian en el mundo que les rodea, y de tanto estar asediados por esos antivalores, llegan a considerar que se trata de algo normal.
Surge aquí un interrogante: ¿Cuál es su grado de compromiso con la niñez? ¿Acaso les dedica tiempo? ¿Cuál es su actitud hacia los menores de edad? ¿Hay acaso un claro propósito de hacerles la vida feliz o, por el contrario, ha contribuido a provocarles traumatismos?
Al abordar el tema del Reino de Dios y de la niñez, hay una escena del Señor Jesús que me llama poderosamente la atención y comparto con ustedes. Ocurrió en cierta ocasión cuando sus discípulos discutían respecto a quién sería el más importante. "Jesús, al darse cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un niño, y lo puso junto a él y les dijo:--El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió. Por eso, el más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante" (Lucas 9:46-48. Versión Popular).
Para Cristo, los niños eran muy importantes. Los tuvo siempre presentes. Se ocupó de ellos. Y para usted, ¿qué representan los niños?

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Los niños y las Estadisticas

El informe anual de desarrollo humano que publica la Organización de Naciones Unidas, dice textualmente que cada tres segundos, en algún lugar de planeta, muere un niño como consecuencia de la pobreza, lo que supone un total de 1.200 menores fallecidos cada hora, según el cual un total de 1.200 millones de personas viven con menos de un dólar al día. Según la información presentada por Kevin Watkins, quien dirigió la investigación efectuada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “estamos ante una encrucijada”.
Watkins aludió a la necesidad de que los gobiernos tomen medidas inmediatas para detener el retraso en materia de desarrollo. De acuerdo con el informe, 50 países con una población conjunta de 900 millones registraron retrocesos en el camino para lograr los Objetivos fijados por la ONU para reducir la pobreza.
En este sentido, el PNUD hace un llamamiento de cara a la próxima Asamblea General de Naciones Unidas para que los gobiernos ataquen este flagelo. “Si esta cumbre falla, realmente no hay solución”, aseguró Watkins.
El PNUD calcula que, de no cumplirse los objetivos trazados para reducir la mortalidad infantil, unos 41 millones de niños más podrían estar en peligro de muerte. El índice se calcula en base a tres factores para el desarrollo humano y el bienestar: la salud, el acceso a la educación y el nivel de ingresos.
Una vez más, el informe anual de desarrollo humano destaca el problema de la desigualdad en Latinoamérica como uno de los factores que impide el desarrollo humano. Un ejemplo es el de Brasil (registrado como el más desigual en la región) donde el 10 por ciento de la población reúne el 0,7 por ciento del ingreso nacional, mientras que el 10 por ciento de las clases más adineradas acumulan el 47 por ciento de lo que se registra en el país.
Otro caso que destaca es Bolivia: dos millones de personas trabajan unas cinco millones de hectáreas en el país, mientras que unas 100 familias son propietarias de 25 millones de hectáreas.
En general, el problema de la pobreza que refleja el informe en cuanto a América Latina es impactante: si los países ricos dejaran de crecer en este momento y los latinoamericanos mantuviesen las tasas de crecimiento actuales, la situación entre ambos lados no se igualaría hasta el año 2177.
El índice de desarrollo humano no sólo describe lo que se refiere a ingresos. Por ello, el indicador pretende describir un panorama más general de la situación en la que viven las poblaciones
En la lista del índice de desarrollo humano, compuesta sobre 175 países (más Hong Kong y los territorios palestinos) Noruega, Islandia y Luxemburgo se encuentran en los tres primeros lugares, y Níger en el último lugar. España se sitúa en el vigésimoprimero, un puesto más abajo que el que ocupaba el año anterior.
Tomado de noticiacristiana.com
Cuál es el futuro de nuestros niños? Cuando los miramos correr entre gritos de alegría podemos acaso imaginar por un momento cuál es su futuro? Tenemos un reto muy grande, luchar, trabajar y extenderles nuestra mano para que puedan ser levantados con los principios cristianos que sin duda les guiarán en el resto del camino. Veamos a nuestros niños como Dios los ve. Hagamos para ellos un mundo mejor.
Cuando Dios oyó al niño sollozar, el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: ¿Qué te pasa, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado los sollozos del niño. Gen 21:17
Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él. Prov 22:6
No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito. Isa 65:20

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Actitud de Resentimiento

¿Cuándo echó raíces esta actitud de resentimiento en el rey Saúl?
La amargura nunca es la respuesta correcta de un hijo de Dios, porque ella envenena la mente, las emociones y el espíritu. Veamos dos hechos en su vida que nos ofrecen una pista. 1 Samuel 13:5-14 Saúl no podía ir a la batalla hasta que el profeta Samuel llegara para ofrecer el holocausto, tal como Dios lo había mandado. Mientras esperaban, los hombres de Saúl se llenaron de miedo y comenzaron a desertar; por tanto, el rey tomó medidas y decidió hacer él mismo la ofrenda. Pudo haber pensado: Esto tiene que hacerse pronto. Así que, ¿por qué no puedo hacerlo yo? No vio la necesidad de obedecer la orden divina al pie de la letra. Dios vio esto como un grave acto de rebelión que tenía que ser castigado: el reinado de Saúl no permanecería. Dios nombraría un día a alguien para que fuera el gobernante, en vez de serlo un descendiente de Saúl. Imaginemos la reacción de Saúl al oír que el reino no le pertenecería a sus hijos.
En la guerra con los amalecitas, el rey Saúl no cumplió totalmente, una vez más, las instrucciones. Cuando Samuel lo confrontó por su falta, mintió diciendo que sí había obedecido, pero después trató de justificar su desobediencia. Su testarudo corazón contristó al Señor, y esto le trajo más castigo: el rechazo de Dios (1 S. 15:10, 11, 26).
Creo que Saúl se volvió un amargado cuando supo que su desobediencia le costaría el reino. Hermano, asegúrate de llevar inmediatamente al Señor tu ira y tus amarguras. Derrámalas delante de él, y pedile que te ayude a dejar que se marchen. Porque de eso dependerá tu salud espiritual.

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Los por que de las pruebas

Hace dos semanas hablamos del compromiso con nuestra Fe. En los tiempos de "estrechez" de nuestra vida, cuando Dios nos está probando, Él nos enseñará nuevas y más profundas verdades acerca de Sí mismo, de sus propósitos y de sus promesas. Las dificultades son muchas veces dolorosas, pero son siempre para nuestro bien.

Desde una perspectiva humana, los tiempos de prueba pueden ser desconcertantes. Piensa en la orden que Dios le dio a Abraham, de sacrificar a su muy anhelado hijo Isaac. La perspectiva terrenal de Abraham pudo haber considerado esta orden como:

1 Absurda. "Señor, mi hijo es lo que más amo en este mundo. ¿Por qué me pides que haga esto?"

2 Inoportuna. "¿Por qué ahora, Señor? Mi hijo es todavía muy joven. Y es a través de él que tendré mi descendencia".

3 Injusta. "No es justo que me pidas esto. ¿Es que acaso no dejé mi hogar y mis amigos para seguirte?"

4 Insoportable. "Esto es demasiado duro para mí. No podré soportar este dolor".

Pero Abraham rechazó esa forma de pensar; por el contrario, confió en Dios y rehusó desobedecer. La prueba reveló el firme compromiso de Abraham con el plan del Señor.

Nuestro Padre celestial sabe cuáles circunstancias nos ayudarán a crecer, por lo que nos pide que tengamos fe y le obedezcamos. Recordar su amor infinito y su total consagración a sus hijos, nos ayudará a lograrlo. Tenga la seguridad de que Dios no se equivoca en su trato con nosotros.

¿No quisieras vos responder a los tiempos de prueba como lo hizo Abraham, confiando en Dios y obedeciéndole? Dios te bendiga.

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No seas como los Garibaldi

El Garibaldi, hermoso residente de los bosques de kelp de la costa de California, se reproduce entre Marzo y Julio.

Para ello el macho construye un nido y se las ingenia para atraer a las hembras para que realicen la puesta. Después se dedica a cuidar los huevos, mueve continuamente sus aletas para renovar el agua y los protegen hasta que eclosionan. Pero, a veces, cuando las crías están por nacer, se las come.

Se ha encontrado una posible explicación a este insólito canibalismo en un pez que tanto protege la puesta.

El Garibaldi macho, para asegurar la mayor descendencia procura atraer a su nido al máximo número de hembras para que pongan sus huevos.

Pero, al parecer a éstas no les gusta realizar la puesta pegadas a la puesta de otra hembra. Entonces el macho en su afán de conseguir un mayor número de huevos, se come los huevos que están en el borde de la puesta anterior para que la otra hembra tenga lugar para desovar sin que las puestas se toquen o sea que sacrifica algunos para hacer un poco de lugar y lograr, entonces, muchas más crías.

Tito Rodriguez
Director Instituto Argentino de Buceo

Lo cierto es que en materia de ser padres nunca se justifica sacrificar a los hijos por tener una más productiva vida. Sin embargo, la verdad es que muchos padres hacen lo mismo que El Garibaldi. No se comen los hijos, pero si los sacrifican por alcanzar su fama, o mayor productividad en sus finanzas o en sus conquistas. Hay detrás de ellos una larga lista de hijos resentidos y heridos con un padre exitoso pero que se “comieron” sus hijos como El Garibaldi por atraer las hembras a su vida.

Que no formes parte de la lista de estos Garibaldis sino la lista de aquellos buenos padres que piensan en sus hijos y viven por ellos.
Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente. Gen 37:4

Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.
Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza. Gen 48:17,18

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¿Comprendes el valor de la justicia?

La orden llegó de la gerencia. Al principio no la discutió. Bastaba que llevara la firma de su superior para acatarla. Era indiscutible. Inapelable. Lo que le llamó la atención era la indicación perentoria para investigar a uno de los contadores. Él lo conocía como hombre probo. Años de compartir espacio de trabajo juntos, le convencieron de que era honesto. Transparente.
Le vio llegar. Reparó en el memorando interno y en él. Por un lado, la decisión de inculparle de supuestos malos manejos en compras de insumos, y por el otro, la certeza de que aquél hombre estaba al margen de cualquier mala negociación. Una verdadera disyuntiva.
Una revisión cuidadosa de los libros contables, de los movimientos financieros y de las órdenes de gasto, le llevaron a corroborar su inocencia. Pero, ¿qué de la orden recibida de su superior?
Una noche no pudo dormir. Ocurrió dos días después de recibir la imperiosa indicación de investigación a uno de los hombres de confianza. Y como una luz que iluminó la oscuridad de la noche, tuvo la certeza de que algo andaba mal, y a la mañana siguiente lo comprobó: el robo lo estaban propiciando otros.
Y cometió lo que para muchos era la peor estupidez. Lo defendió. Su jefe en el orden jerárquico lo trató de obstinado y lo acuso de desacatar la orden. Sin embargo, él permaneció firme. En su angustia, y aunque no asistía a ninguna congregación cristiana, buscó a Dios en procura de justicia. Y Él respondió. Todo salió a la luz. Se hizo justicia.
Dios es justo, y ama la justiciaUna de las características que rodean a nuestro amado Dios, es que es justo y ama la justicia. En Él podemos confiar. Es quien pelea nuestras batallas y saca a la luz lo verdadero.
En la Biblia leemos: "Porque la palabra de Dios es verdadera, y en su bondad pueden confiar. Dios ama que se haga justicia y se establezca el derecho. La tierra está llena del fiel amor del SEÑOR." (Salmo 33:4, 5. La Biblia, la Palabra de Dios para todos).
Usted y yo no debemos ni podemos siquiera concebir el hacernos cómplices de la injusticia. Por falsas acusaciones muchas prisiones de Latinoamérica están llenas de inocentes. No se hicieron las averiguaciones pertinentes. Simplemente se les imputó un delito que, sin duda, no cometieron.
Cuando alguien venga a usted con acusaciones contra otro, no lo crea porque simplemente se lo dicen. Créalo porque usted mismo lo corrobora, no por afirmaciones de terceros que, en muchas ocasiones, están viciadas de error, envidia y un velado propósito de causar daño.

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Dejamos atrás nuestra vieja vida

No aprendió los principios de las Escrituras bajo la guía de ningún maestro. Rolando lo hizo solo. A la sazón era la única alternativa ya que vivía dos horas del primer poblado, en una finca agricola.
Después de terminar sus labores agropecuarias, hacia las cinco de la tarde, dedicaba dos horas al estudio bíblico. Lo hacía a solas mientras que su esposa preparaba los alimentos en la cocina. Leía en voz alta. Con paciencia. Ávido por aprender todo lo que podían enseñarle las Escrituras.
Rayaba los sesenta años y tuvo el convencimiento de que valía la pena emprender una nueva vida. La ofrecía Jesucristo y no
importaba su edad. A él le pertenecía la posibilidad de reemprender el nuevo camino diario, un camino de cambio.
Abelardo renunció a su vieja forma de vivir. Lo hizo con el convencimiento de que agradaba a Dios. No quería fallarle. Su esposa, con el paso de los días, terminó asimilando esa forma de vida. Llegó también a amar a Jesucristo de una manera especial.
Cuando sometemos al Hijo de Dios nuestra existencia, se producen modificaciones en nuestra forma de pensar y por tanto, de actuar. Es una transformación progresiva y firme la que se experimenta.
El apóstol Pablo escribió: "Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la Palabra de Dios. Por el contrario, manifestando la verdad, nos recomendamos, delante de Dios, a toda conciencia humana" (2 Corintios 4:2).
En palabras sencillas puso de manifiesto que estaba dejando atrás su forma de vivir para emprender un nuevo camino con Cristo. Lo hacía caminando en Su presencia con transparencia, sabiendo que a los hombres podemos engañarlos pero no a Dios. Y tu, has pensado en ponerlo en práctica. Nunca es tarde para comenzar. Que te parece el día de hoy. Dios te bendiga.

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Debes aprender de los Redwoods

Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los “Redwoods”, me han comentado que son espectaculares. Algunos llegan a tener hasta 100 metros de altura.

Raramente, estos grandes árboles tienen unos sistemas de raíces inusualmente cortas que solo se encuentran debajo de la superficie del suelo para obtener toda la humedad de la superficie posible. Y esta es su vulnerabilidad.

Sin embargo, muy pocas veces se verá uno de estos gigantes derribado por tormentas porque ellos crecen en rocas y sus raíces
entrelazadas proveen sosten el uno para el otro en tiempo de vientos recios.

Cuando estamos juntos, ya sea como familia, iglesia o amigos, proveemos esta misma clase de sostén.
El dolor y el sufrimiento nos llega a todos. Pero, así como estos gigantes árboles Sequoia, podemos ser sostenidos en esos tiempos díficiles por el toque de las vidas de otros. El saber que tenemos a alguien; que no estamos solos; que hay alguien que está dispuesto a tocarnos, sostenernos, guardarnos de ser destruidos.

Gálatas 6:2 “Sobrellevad los unos las cargas de los otros;”
Romanos 12:15 “Gozaos con los que se gozan: llorad con los que lloran.”
1 Corintios 12:26-27 “Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.

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Es tu amor algo superficial

Carlos Phillips se casó con la muchacha más linda de su pueblo. Para su luna de miel se embarcó con ella en un hermoso yate. Habían transcurrido sólo cuatro días de viaje cuando hubo un horrible incendio. El fuego fue de tales proporciones que muchos murieron y otros sufrieron graves quemaduras. El yate se hundió, pero algunos lograron salvarse en los botes salvavidas. Uno de ellos fue Carlos Phillips. Lamentablemente no se supo nada de su esposa.

El dolor y la tristeza embargaron el corazón de Carlos, pero tuvo que aceptar su suerte. Se dedicó de lleno a su negocio, y en unos tres años había prosperado bastante. Con esos nuevos recursos decidió investigar la suerte que había corrido su amada. Contrató los servicios de un detective privado para que averiguara lo que pudiera acerca de su esposa desaparecida. El detective descubrió que una joven con el rostro desfigurado por cicatrices había sido rescatada, así
que se dio a la tarea de encontrarla. Por fin la halló en una casa a pocas cuadras de la fábrica de Phillips, donde había estado trabajando como empleada doméstica. No había duda: era la esposa de Phillips. La desdichada mujer había aceptado ese empleo porque sabía que así podría, aunque fuera a distancia, ver al hombre a quien amaba tanto.

Después de derramar muchas lágrimas, se vieron otra vez cara a cara.

-¿Por qué te escondiste, mi amor? -le preguntó Carlos.

-Por estas cicatrices -respondió sencillamente ella.

-¿No sabías que estaba loco por verte? -insistió él.

-Es que no soportaba que me vieras así -contestó cabizbaja-. Pensé que sería muy grande tu desilusión.

La esposa de Carlos Phillips ignoraba que el amor de su esposo no era superficial. La pobre mujer se imaginaba que era como el amor de los demás hombres que ella había conocido. No contempló la posibilidad de que fuera un amor incondicional, y por lo tanto divino, ya que así es el amor de Dios. Aunque hasta ahora no se nos haya ocurrido, muchos de nosotros somos iguales que ella. Pues así como ella ignoraba que era incondicional el amor del hombre con quien se había casado, también muchos ignoramos lo incondicional que es el amor del Dios-hombre, Jesucristo, que nos ama como a una esposa.

Al igual que las quemaduras en el cuerpo de la esposa de Phillips, el pecado ha dejado cicatrices en nuestra vida, cicatrices que sin duda nos traen vergüenza. Pero Cristo nos aseguró que vino al mundo a buscar y a salvar lo que se había perdido, pues no son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Lc 5:31-32; 19:10 Nuestro pasado no lo espanta ni lo confunde. Su amor es más profundo que las cicatrices de nuestro pecado. Dejemos, pues, de tratar de ocultárselas. De todos modos, a Él no se le puede ocultar nada. Corramos más bien a su encuentro. Cristo ve mucho más allá de nuestras cicatrices, y anhela vernos tal como somos, hasta el punto de haber dado su vida para que eso sea posible.

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La amargura y la ruina

El rey Saúl lo tenía todo: la unción de Dios como gobernante; el profeta Samuel para guiarlo; el poder y la riqueza del reino de Israel; la aprobación de la gente. Sin embargo, murió amargado. ¿Qué pasos lo llevaron a su ruina?

1 La ira. Cuando Goliat fue derrotado, la multitud alabó a Saúl como el que había matado a miles, pero a David como el que había liquidado a diez miles. En vez de regocijarse de que Dios había levantado a alguien para que matara al gigante, Saúl se enojó contra David porque éste recibió más elogios que él.

2 La desconfianza. El temperamento irascible de Saúl afectó su mente, y tuvo sospechas de las intenciones de David. Comenzó
pensando que, debido a que el Señor estaba con David, el joven querría quitarle el reino.

3 El temor. Llevó a Saúl a conspirar contra David y a arrojarle lanzas.

4 El rechazo. El rey envió a David lejos de su presencia.

5 El miedo. El terror de David creció y se hizo más virulento con el éxito militar de David y con el amor cada vez mayor de la gente por él.

6 Actos engañosos. El rey trató dos veces de manipular a David ofreciéndole una de sus hijas en matrimonio. Ambas veces conspiró para que David fuera asesinado por los filisteos, y falló en los dos intentos. La reacción de Saúl fue convertirse en enemigo de David por el resto de su vida. De allí en adelante reinó la amargura.

Aunque los detalles de nuestra vida no son los mismos de Saúl, sí lo son los pasos que llevan a la amargura y a la ruina. ¿Qué ira no resuelta estás dejando infectar? ¿A quién estás evitando por animosidad? ¿No quisieras confesar tu pecado, volverte a Dios y ser libre? Hazlo ahora. Dios te bendiga.

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Que son los problemas?

En realidad los problemas son puertas que se abren para llevarnos a nuevas experiencias siempre y cuando no dejemos que el resentimiento, la frustración y el desespero se apoderen de nuestro corazón. Los problemas de la vida son los obstáculos que pueden desarrollar los músculos del alma y el entrenador en todos esos ejercicios es el Señor, quién nunca nos dejará ni nos desamparará hasta que vea terminado su propósito en nosotros.

LOS QUE PREDICEN: Ayudan a moldear nuestro futuro.

LOS QUE RECUERDAN: No somos suficientes. Necesitamos
que Dios y los demás nos ayuden.

SON OPORTUNIDADES: Nos sacan de la rutina y nos hacen pensar creativamente.

SON BENDICIONES: Nos abren puertas por las que, por lo general, no hubiéramos pasado.

SON LECCIONES: Cada nuevo reto será un maestro para nosotros.

ESTÁN EN TODAS PARTES: Ningún lugar o persona está excluido de ellos.

SON MENSAJES: Nos advierten sobre desastres potenciales.

SON SOLUCIONABLES: Ningún problema es sin solución.

Yo, pues, he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino. Dan 5:16

Puso luego David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, sujetos a tributo. Y el Señor dio la victoria a David por dondequiera que fue. 2 Sam 8:6

El Señor te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda. Sal 20:1

Permitele al Señor cumplir su proposito en ti. No demores tu crecimiento. Dios te bendiga.

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Planes que se derrumban como castillos de naipes

Creyó en Dios hasta que consiguió dinero. Lo hizo a fuerza de compromiso con sus sueños. Sin duda no fue fácil. Pero cuando llegó a la cima de sus metas, se olvidó de Aquél que le había llevado a escalar con fortaleza cada peldaño; pero el poder lo tornó insensible. Se olvidó de todo y de todos. Pareciera que no necesitaba de ninguno.
Su empresa de procesamiento de textiles se encontraba en la zona industrial de la ciudad. La componían varias bodegas muy grandes. Eran un monumento al progreso y al esfuerzo personal. La envidia de muchos propietarios de negocios. "Estás progresando", le decían cada vez que le veían. Él se sentía en las nubes. Sonreía con orgullo y se limitaba a decir: "No es nada", pero muy dentro de él estaba convencido que estaba por encima de los demás.
Pero la desgracia llegó así como un día lo atropelló la abundancia. En cuestión de minutos. Avanzada la noche. Nadie supo explicar cómo. Los bomberos atribuyeron el incendio a un corto en el sistema eléctrico. Un investigador del cuerpo policial aseguró que se trataba de "manos criminales", aunque no pudo probarlo.
Lo que por años le costó bastante construir, en cuestión de pocas horas quedó reducido a las cenizas. Y algo más grave aún: no tenía un seguro que cubriera la totalidad del valor de las propiedades incineradas. Creyó oportuno ampararlas por menos. La compañía aseguradora pagó lo que correspondía por ley.
Ahora está comenzando de nuevo. No es fácil, como tampoco lo fue en su primera empresa. Pero lo intenta. Ha vuelto a la iglesia. Se lo puede apreciar muy consagrado, pidiéndole a Aquél que todo lo puede, que le ayude. "Esta vez será diferente—dice en sus oraciones--.Seré fiel a ti". Sin embargo es mentira. Él mismo lo sabe. Apenas alcance solidez, volverá a vivir para sí mismo...
¿Son sólidos sus planes?Los seres humanos tenemos una extraña inclinación a olvidarnos de todo y de todos cuando creemos que alcanzamos la cima. Es probable incluso que usted haya dejado de lado a quienes le ayudaron a subir la escalera hacia la realización personal.
El fracaso estriba, en: 1.- Olvidarnos de quien ha sido nuestro principal apoyo: Dios. 2.- Desechar la amistad de quienes nos ofrecieron su apoyo.
No podemos desconocer que todo en la vida es efímero. Solamente Dios permanece. Y son firmes, los planes que trazamos en Su voluntad, tal como leemos en las Escrituras: "Con una sola de sus órdenes, puede arruinar todos los planes de las naciones. Él puede estropear todos los proyectos de los pueblos. Pero su consejo permanecerá para siempre. Sus planes bondadosos continuarán realizándose de generación en generación" (Salmo 33:10, 11. La Palabra de Dios para todos).
En adelante, someta todos sus planes y proyectos en manos del Señor. Deje que sea Él quien los gobierne y tome el control. Con su ayuda, nada absolutamente nada será imposible. Además, los resultados serán firmes.

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Revisa tu ejemplo

Todavía recuerdo la tarde soleada en que fuimos con mi amigo un joven evangelista a un barrio de Salta, llamado Floresta, para apoyar una campaña evangelizadora del Pastor Quipildor. El punto de concentración era en una esquina polvorienta, en la zona marginal que habitaba un discipulo del Pastor Quipildor, junto con su esposa. El pastor Oscar Quipildor iba con su hijita ( casi 4 años de edad) y llevaba un megáfono al hombro. Estaban predicando acerca del evangelio transformador de Jesucristo.
Aquella imagen me impactó. Me pareció insólito que la tranquilidad de ese pobre caserío, fuera interrumpida por alguien que hablaba de una nueva oportunidad y que aludiera esa posibilidad de encontrar un nuevo rumbo, recibiendo al Hijo de Dios en el corazón.
Yo, como muchos otros fuimos al culto al cual estaba invitando. No puedo negar que me cautivó el mensaje. Pero más, lo que aprecié del pastor. Era un hombre que vivenciaba aquello que predicaba. Vivía humildemente junto con su esposa. Lo hacían con decoro, confiando en la provisión divina que nunca faltó.
Las personas que estaban a su alrededor pueden dar fe de que siempre encontraron testimonio de vida en Oscar Quipildor. Era un hombre de fe que a través de sus hechos, ofrecía la mejor versión de la Biblia de que se pueda tener conocimiento. Era digno de imitar...
El ejemplo personal es fundamental. Las palabras pueden referirse a muchas cosas, pero el testimonio personal es el que realmente impacta. Si en el púlpito predicamos algo que no hemos materializado en nuestra vida, estaremos mintiendo; pero mucho más daño haremos si lo que decimos no va acompañado de acciones concretas.
El apóstol Pablo fue enfático al respecto cuando escribió: "Vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos, pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros" (2 Tesalonicenses 3:7).
Estaba convencido de que sus actuaciones eran un patrón a imitar por parte de quienes lo habían visto. Era evidente que hacía práctico aquello que predicaba. Quienes se encontraban alrededor eran concientes y deseaban seguir sus pasos. Te das cuenta que siempre es mejor mostrarse como realmente sos, que vender una imagen que no coincide con tus actos. Dios te bendiga.

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Amigo Verdadero

Un amigo SENCILLO nunca te ha visto llorar.
Un amigo VERDADERO tiene los hombros húmedos por causa de tus lágrimas.

Un amigo SENCILLO no conoce los nombres de tus padres.
Un amigo VERDADERO tiene sus números de teléfono en su libreta de direcciones.

Un amigo SENCILLO trae bebidas a tu fiesta.
Un amigo VERDADERO llega temprano para ayudarte a cocinar y se queda hasta tarde para ayudarte a limpiar.

Un amigo SENCILLO odia cuando le llamas después de haberse acostado.
Un amigo VERDADERO te pregunta por qué te tardaste tanto en llamar.

Un amigo SENCILLO procura hablar contigo acerca de tus problemas.
Un amigo VERDADERO procura ayudarte con tus problemas.

Un amigo SENCILLO, al visitarte, actúa como un invitado.
Un amigo VERDADERO abre el refrigerador y toma lo que necesita.

Un amigo SENCILLO piensa que ha terminado la amistad después de un argumento.
Un amigo VERDADERO sabe que no tienen una amistad sino hasta después de haber tenido una pelea.

Un amigo SENCILLO espera que siempre estés ahí para Él o ella.
Un amigo VERDADERO siempre estará ahí para ti.

Proverbios 18:24 "El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más unido que un hermano."

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La obra del pecado

Ustedes se deben acordar. Estuvo en todos los diarios. Veinte empleados del servicio postal de un aeropuerto se dedicaban a una actividad lucrativa. Sustraían, de los bultos de correspondencia que llegaban en los aviones, dinero en efectivo y objetos de valor. Creyendo haber hallado un tesoro inagotable, siguieron esa práctica, sin ser detectados, durante mucho tiempo. Se sabía que había cosas que se estaban perdiendo, pero no se sabía de qué manera.

¿Cómo descubrir a los ladrones? Alguien tuvo una idea. Regar sobre algunos sobres y paquetes nitrato de plata, ponerlos en los bultos de correspondencia y enviar esa correspondencia al aeropuerto donde se efectuaban los robos. El nitrato de plata, sustancia química, mancha los
dedos. Y así se hizo.

Los veinte hombres, como si nada, continuaron con su actividad ilícita. De pronto, notaron las manchas en los dedos. Manchas marrones, intensas, que no salían ni con agua ni jabón, ni con ninguna otra cosa.

Esa era la prueba que los inspectores esperaban. Las manchas descubrieron a todos y cada uno de los delincuentes. El delito mismo que cometían había dejado, en sus dedos, las manchas delatoras. No había forma de que pudieran negar su fechoría, y todos fueron procesados.

Hay una ley indefectible que nadie puede burlar. Es la ley que declara que el hacer el mal siempre deja sus manchas. No siempre serán manchas de nitrato de plata, o de polvo de carbón, o de tinta indeleble; pero el mal va manchando el carácter, la conciencia, el corazón, y así como lo hace el nitrato de plata, deja también su mancha delatora en la vida de todo el que infringe las leyes morales.

La persona que vive en la maldad y que practica el mal, podrá mostrar durante un tiempo una piel limpia y perfumada, unos ojos brillantes y alegres y una sonrisa feliz y atractiva; pero en lo más profundo de su ser, comienza a formarse una mancha. Y un día esa mancha se notará en el rostro, en la conversación, en la mirada, en el tono de la voz y en las actitudes extrañas y desacertadas.

Esa es la obra del pecado. El pecado va formando, en el fondo del alma, un légamo maloliente, como el que se forma en el fondo de las lagunas por la descomposición de las materias orgánicas. Un día cualquiera se revuelve el agua de la laguna, y todo ese légamo aflora a la superficie.

Sólo Jesucristo puede limpiar por completo nuestro ser, dejándolo limpio, puro y perfecto. Él limpia el alma, y cuando somos limpios por dentro, lo somos por fuera. Sometamos nuestra vida al señorío de Cristo para que limpie todas nuestras manchas.

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Si te toman hoy una prueba, estás preparado?

Los maestros hacen exámenes escritos y orales para saber cuánto han aprendido sus alumnos. Dios también nos hace pruebas espirituales, pero por una razón diferente. Su propósito no es descubrir algo, porque Él ya lo sabe todo sobre nosotros. Sus pruebas son para ayudarnos a aprender más acerca de nosotros mismos, a descubrir nuevas verdades sobre Él y a crecer espiritualmente.

Nuestro compromiso con el señorío de Cristo es un área en la que Dios siempre nos probará. ¿Nos mantendremos firmes cuando nuestra senda esté llena de obstáculos? ¿Confiaremos en el Señor y dependeremos de Él cuando la vida nos trate duramente? No debemos temer a las pruebas porque nuestro amoroso Padre celestial ha prometido ponerles un límite (1 Co. 10:13), estar con nosotros en medio de ellas (Mt. 28:20b) y hacer que nos resulten de provecho (Jer. 29:11).

Una de las pruebas de Dios a Abraham fue ordenarle que le ofreciera a su hijo Isaac como un sacrificio. Pero la intención de Dios no fue jamás que Isaac fuera inmolado; eso habría violado su naturaleza divina. Tal como el Señor lo había planeado, la prueba reveló el firme compromiso de Abraham con el Padre celestial y la magnitud de la suficiencia y la fidelidad de Dios para con sus seguidores, lo que aumento la fe del patriarca. A pesar de lo doloroso que debió haber sido esta prueba, fue necesaria para que Abraham madurara y se convirtiera en el hombre que Dios quería que fuera.

No todos los cristianos tienen el mismo grado de compromiso con el señorío de Cristo. Pedíle a Dios que utilice los problemas que enfrentas, para profundizar tu devoción a Él y hacerte más como Jesús. Dios te bendiga.

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