Un hombre tenía un burro y un pozo muy hondo dentro de su propiedad. Un día andando pastando el burro calló en el pozo, el burro muy asustado quería salir y no podía, y su dueño lo escuchó y trato de sacarlo pero por lo profundo del pozo se le fue imposible. en entonces el dueño del burro se puso a pensar en una opción, y finalmente decidió: "El burro esta muy viejo no me sirve y el pozo no tiene agua , tampoco me sirve, ya se que haré; invitaré a mis vecinos para que me ayuden a tapar el pozo, y el burro estaba escuchando lo que planeaba su dueño. y se puso muy triste el burro y se puso a llorar, "tanto que le he servido a mi dueño ahora que estoy viejo con esto me paga." Llegaron los vecinos y empezaron a tapar el pozo y el burro llorando. y después de un rato ya no escucharon al burro entonces se asomaron dentro del pozo y para su sorpresa vieron que el burro, por cada palada de tierra que echaban sobre de el se la sacudía y el burro iba saliendo del pozo, y así el burro logró salir, y cuando estuvo fuera el burro corrió y corrió y fue libre todo el resto de su vida. En la vida del cristiano las paladas de tierra son los problemas de esta vida Sacudámonos la tierra que va cayendo sobre nosotros porque el enemigo nos quiere tapar, para que no seamos libres, haciéndonos creer que ya no somos útiles en la obra de Dios.