Salvar a indigena condenado a muerte

La noticia publicada en un diario Argentino, precisamente en El Patagónico. Net, cuya página es:http://www.elpatagonico.net/index.php?item=viewlast&ref=ultimas&id=104175&sec=ext
Dice: ECUADOR-INDIGENAS
GOBIERNO INTENTA SALVAR A INDIGENA CONDENADO A MUERTE
Internacionales | 17:50:00

Quito, 21 de mayo (Télam).- Altos funcionarios ecuatorianos intentan persuadir a la comunidad aborigen de Zumbahua de que no aplique la "justicia indígena" a un hombre que condenó a muerte por asesinato y que está encadenado hace varios días, mientras que no se descarta un rescate por parte de la policía.
El fiscal de Ecuador, Washington Pesantez, hizo hoy un llamado a los indígenas para dialogar sobre la aplicación de "justicia indígena", después de tener retenido desde hace varios días a un hombre condenado a muerte por haber confesado ser autor de un asesinato, ocurrido en 2002, según informó la agencia de noticias DPA.
En tanto, el ministro de Justicia, Gustavo Jalkh, no descartó una acción policial de rescate al sentenciado "sin que involucre víctimas o que el tema se torne más violento".
La pena de muerte, que aún no tiene fecha, se cumplirá quemando al condenado, si no tiene éxito la intervención del gobierno.
Pesantez dijo que es inadmisible esa condena, que no consta en la ley ecuatoriana, y calificó de "subcultura" a las prácticas realizadas por los indígenas para castigar a quienes cometen robos, infidelidades o delitos más graves.
Ante estos acontecimientos uno se pone a pensar y deja volar la imaginación: Se encuentra condenado a muerte. Desde hace varios meses. Sólo espera el día en el que se materialice el anuncio de que morirá. Tal vez ante cada ruido se encuentra asomándose siempre, tal vez mirando un pasillo, por encima de barrotes en una celda. Tal vez ha contado una y mil veces las baldosas o los ladrillos o las piedras y como consuelo se repite. "Ya no se qué más hacer".
Tal vez no quiere recordar el terrible hecho que cometió, tiempo atrás. Profundizando en las noticias me enteré que asesinó a un indigente. En una calle oscura. El indigente se encontraba acurrucado, durmiendo, junto a una pared. El condenado dice que se sintió impulsado a disparar. Lo hizo. Cegó una vida. Luego no entendía lo que había hecho.
Las estadísticas revelan que este hombre es una de las 20 mil personas que hasta mediados del 2006, de acuerdo con datos de la organización Amnistía Internacional, se encontraban a la expectativa de ser ejecutadas.
En 2005, al menos 2.148 personas fueron ejecutadas en 22 países mientras que por lo menos 5.186 personas fueron sentenciadas a la pena de muerte en 53 países. Durante los últimos años, las organizaciones que se oponen a este tipo de castigo declararon el 10 de octubre el Día Internacional contra la Pena de Muerte.
Me imagino al igual que Ustedes que para este condenado no hay esperanza. Todo apunta a que será objeto de la pena de muerte. Por esa razón trata tal vez de aprovechar al máximo cada instante.
¿Lamentable? Sin duda que sí. El deceso de toda persona es triste porque humanamente es una vida que se extingue. Pero, ¿sabías que nuestros pecados nos hacían merecedores de una muerte igual?
Estoy seguro que sí, porque transgredimos los preceptos de nuestro amado Padre contenidos en las Escrituras. Y, piénsalo con detenimiento: los hechos o actos realizados a conciencia. Pero aun cuando nuestros delitos eran grandes, algo ocurrió.
El apóstol Pablo lo describe de la siguiente manera: "Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz." (Colosenses 2:13-15).
El sacrificio de la muerte del Señor Jesús en la cruz limpió nuestro ser de todo pecado y Dios nos mira sin mancha. Por esa razón tenemos la posibilidad de comenzar una nueva vida. Hoy. Ahora. Delante de nosotros se muestra como el dió vuelta la hoja de nuestro pasado y nos muestra la nueva página en blanco que comenzaremos a escribir toda vez que entendamos y reconozcamos ese inmenso acto de amor. Dios te bendiga Hermano.