El resultado de una buena acción

A principios del siglo XX, en la línea Sur de los ferrocarriles del Gran Buenos Aires (hoy ex Ferrocarril Roca), trabajaban algunos ingenieros británicos que habían conocido el Movimiento Scout en Europa, o habían leído “Aids for Scouting” y los 15 fascículos de Baden-Powell de Scouting for boys” (Escultismo para Muchachos, publicado en 1908), que dieron origen al Movimiento Scout en el mundo. Esta actividad (Escultismo) nace como una manera de combatir la delincuencia en la Inglaterra de principios del siglo XX, buscando el desarrollo físico, espiritual y mental de los jóvenes para que puedan constituirse en "buenos ciudadanos". Estos inmigrantes, fueron quienes propiciaron la creación de Grupos Scouts en los colegios británicos, e inmediatamente se fueron abriendo grupos en colegios nacionales o en otros lugares como los cuarteles de bomberos y las comisarías.
En 1909 ya se realizaban campamentos scouts en Morón, Claypole, Gándara y en otras localidades de la provincia de Buenos Aires.
En abril de 1909 Baden-Powell, el fundador del Movimiento Scout, arribaba al país, de regreso de un viaje a Chile. Grande fue su sorpresa cuando a su arribo lo estaba esperando una Patrulla de Lomas de Zamora, precursora del actual Grupo Scout “General Galo Lavalle” de la localidad de Banfield del sur del Gran Buenos Aires. Baden-Powell se alojó como huésped de honor, en el Jockey Club de Buenos Aires. Hasta allí se acercó el secretario de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA), Sr. Cristian Russel, y lo invitó a dar una conferencia sobre el Movimiento Scout en el salón de actos de la YMCA. Gracias a la conferencia de B-P se formó una Comisión Organizadora del Movimiento Scout en la Argentina constituida por: J.M. Dreysdale, R.F. Burney Wall, M.S. Fairlie, J. Wilson, A. Penny y C.C. Kennard.
En 1910, después de un viaje a Europa, donde se familiarizó con el método creado por Baden-Powell, Cristian Russel, acepta el cargo de Comisionado y organiza el primer Torneo Scout donde participaron jóvenes pertenecientes a Lomas de Zamora y al colegio Escocés. Rápidamente comenzaron a surgir grupos, llamados entonces “Compañías”, en los barrios de Barracas y Villa Devoto.
En septiembre de 1911, Arturo Penny, contactó al Perito Dr. Francisco Pascasio Moreno, importante personalidad del quehacer nacional, quien siendo presidente del Consejo Escolar Vº, deseaba introducir el Movimiento Scout en los colegios de Barracas. En tres meses, la Compañía Barracas estaba funcionando.
Como un fenómeno incontenible empezaron a consolidarse las primeras compañías (muchas habían surgido en forma espontánea a partir de 1909), especialmente en colegios ingleses, y luego del patrocinio del Perito Moreno nacen la 1ª y 2ª Compañía de Barracas, Villa Devoto, Palermo, Belgrano, Caballito, Flores y el centro (Compañía Estrada), extendiéndose el Scoutismo en Buenos Aires y sus alrededores.
En 1912, surge la idea de crear una Asociación Nacional.
El 4 de julio de 1912, en la casa del Perito Moreno (en la calle Caseros 2841 de la ciudad de Buenos Aires donde hoy funciona el Instituto Félix Bernasconi de Parque Patricios), como medio de estimular en la vida de niños y jóvenes de la República, el gusto por las excursiones al aire libre, la observación de la naturaleza, el culto del honor, la lealtad y la honradez, el dominio y respeto de sí mismo y de los demás, el amor al prójimo, a la familia a la patria y a la humanidad, resuelven constituir la Comisión Organizadora del Movimiento Scout en el País, creando una institución que se denominará Asociación de Boy Scouts Argentinos, siendo sus autoridades :
Presidente, Dr. Francisco P. Moreno; vicepresidente: Gral. Rosendo Fraga; Tesorero: Sr. Montheit Dreysdale, Secretario: Dr. Modesto Quiroga, vocales: Gral. Angel P. Allaria, Sr. José Juan Biedma, Sr. Juan Canter, Dr. Manuel J. Corvalán, Gral. Luis Dellepiane, Sr. Ricardo Dowdall, Sr. Clemente Onelli, Gral. Pablo Richieri, Sr. Tomás Santa Coloma, Sr. Carlos Ripamonti, Cnel. Martín Rodríguez, Dr. Frank Soler, Arq. Carlos Thays, Ing. Arturo Young y Comisionado Nacional Sr. Russel Cristian.
Dos años después, el tiempo que tomó preparar el estatuto y los reglamentos, el Teniente General Ricchieri, reemplaza al Perito Moreno en la Presidencia de la Asociación. Se percibe en la sociedad un gran entusiasmo en los jóvenes por participar de las actividades.
En Noviembre de 1917 el Presidente de la Nación, el Dr. Hipólito Yrigoyen, firma el Decreto que declara a la Asociación Nacional de Boy Scouts Argentinos, como "Institución Nacional". En dicha norma se instruye a las fuerzas vivas de la comunidad, profesorado, la marina y el ejército a colaborar con dicha institución en la difusión del Movimiento Scout.
La Junta Ejecutiva Nacional en 1918 se pone en contacto con todas las organizaciones que con distintos nombres practicaban actividades afines al Scoutismo, invitándolas a incorporarse a la Asociación de "Boy Scouts", transformada en "Institución Nacional" por el citado Decreto, a vestir el uniforme reglamentario y ajustarse a su plan de trabajo.
Es aca donde nuestro relato se hace particular, ya que podrán descubrir que lo que les voy a contar es verídico. Este es el pilar del movimiento. Cuenta la historia que era el final del otoño de 1909. Durante el día, la ciudad de Londres había estado como con una niebla espesa que prácticamente había detenido todo el tráfico, todos los negocios de la capital británica.
Y es ahí que un publicista norteamericano, el Sr. Boyce, de la ciudad de Chicago, tenía dificultades para encontrar una dirección en el centro de la ciudad. Se había detenido bajo una de las lámparas de la calle para orientarse mejor, cuando de repente se apareció un muchacho entre la niebla, y le preguntó:

- ¿Puedo ayudarlo señor? - preguntó el muchacho.

- Ya lo creo que sí - dijo el señor Boyce. - Quisiera que me indicaras cómo llegar a esta dirección…

- Yo lo llevaré ahí señor -, dijo el muchacho, y se encaminó en la dirección deseada por el Sr. Boyce.

Cuando llegaron al lugar, el señor Boyce buscó en sus bolsillos algunas monedas para dárselas de propina, pero antes de que tuviere la oportunidad de ofrecerlas al muchacho éste le dijo:

- No señor, muchas gracias, soy Scout, y un Scout no acepta nada por ayudar a alguien”.

- ¿Un Scout? ¡Y qué es eso? -, preguntó Boyce.

- ¿No ha oído hablar de los Scouts de Baden-Powell? - El señor Boyce no había oído de ello. - Cuéntame de ellos - dijo.

Así es que el muchacho le explicó al norteamericano acerca de él y sus hermanos Scouts.

El Sr. Boyce quedó muy interesado y después de terminar sus negocios, le pidió al muchacho que lo llevara a las oficinas de los Boy Scouts británicos.

El muchacho lo llevó hasta ahí y luego desapareció.

En la oficina, el señor Boyce conoció a Baden-Powell, el famoso general inglés que había fundado el Movimiento Scout hacía dos años.

Boyce quedó tan impresionado con lo que Baden-Powell le dijo acerca del Escultismo que decidió llevarlo a su país cuando regresó de Inglaterra.

Y la pregunta que quedó flotando es:
¿Qué pasó con el muchacho que ayudó a Boyce?

Nadie lo sabe. Nadie volvió a oír de él. Sin embargo nunca se le olvidó. Los Scouts de EE. UU. regalaron al Centro Internacional de Adiestramiento, el Parque de Gilwell, en Inglaterra, una hermosa estatua de un búfalo americano, con una simple inscripción que dice:

“Al Scout desconocido quien en su lealtad al diario cumplimiento de la Buena Acción, hizo posible traer el Movimiento Scout a los Estados Unidos de América”.

Una buena acción a un hombre, se transformó en una Buena Acción a millones de muchachos.

Y tú como cristiano, crées que encuentras un ejemplo valioso en esta historia?

1 Timoteo 4:12 “Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza”
Tito 2:7-8 “Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, gravedad, Palabra sana, e irreprensible; que el adversario se avergüence, no teniendo mal ninguno que decir de vosotros”