Aparentemente en la actualidad todo el mundo está pensando en tener buena salud. Las dietas de moda encabezan las listas de publicaciones más vendidas. Los gimnasios y las tiendas dietéticas abundan en todas partes, ¡y en algunos casos hasta los encontramos al lado de los restaurantes de comida rápida! Los programas de TV vespertinos muestran con frecuencia un montón de máquinas creadas para que usted tenga “la mejor figura de su vida” (y siempre con la promesa de poco esfuerzo y una dedicación mínima).
¿Por qué razón es un negocio tan floreciente la industria de la salud? Porque la mayoría de las personas tienen el deseo natural de vivir lo más que puedan. ¡La longevidad es una gran preocupación! La gente quiere tener la mayor calidad de vida posible, y por el mayor tiempo posible. Pero esta necesidad emocional de tener una vida larga y vigorosa está centrada mayormente en el aspecto físico. ¿Y qué de la vida después de la muerte?
La Biblia dice claramente que cualquier persona de este mundo puede tener la vida eterna (Ro. 10:13). Las enfermedades y la muerte son parte de este mundo, pero todos los que son de Cristo han vencido la muerte (1 Jn. 5:4, 5). A pesar de lo atractivo que parezca, la publicidad televisiva no puede
ofrecer nada que se compare con la promesa de la vida eterna.
¡Como creyentes, debemos gritar este mensaje! La gente que nos rodea está ansiando recibir una palabra de vida, pero muchísimos cristianos están callados. ¿Por qué? ¿Cómo podemos mantener en secreto lo que Dios tanto se preocupó por revelar? ¡Podemos vivir para siempre! ¿Qué personas cercanas a vos necesitan oír esta maravillosa verdad hoy? O que personas cercanas a vos crees que esperan que vos seas quién se las digas. Todavía no descubriste la cantidad de personas que tal vez estén esperando ese mensaje de fe y esperanza que solo saldrá de tu boca? Pensalo Hermano. Dios te bendiga.