Para poder entregarnos de verdad al Señor con un compromiso total, debemos responder a tres preguntas clave, como lo hizo Moisés.
1 ¿Quién es Dios? En Éxodo 3, el Señor inició el diálogo utilizando una zarza ardiente, para captar la atención de Moisés (v. 2); luego se presentó a Sí mismo como el Dios de sus antepasados (v.6). Dios reiteró Su identidad, no menos de cuatro veces en este pasaje. Él sabía que Moisés no sería capaz de dar el primer paso de fe hasta que conociera a Aquél con quien estaba hablando. Asimismo, nosotros no podemos darnos del todo a Dios hasta que llegamos primero a conocerle en Jesucristo.
2 ¿Quién soy yo? Después que Moisés supo quién era Dios, su pregunta siguiente estableció un agudo contraste, como diciendo: … De acuerdo, sé quién eres, pero ¿quién soy yo? (Ex. 3:11). ¿No es maravilloso que Dios respondiera la pregunta de Moisés con una promesa? En el v. 2, Él respondió esencialmente: ..Te diré quién eres, eres alguien con quien Yo estoy?. Aquí, Dios le da significado a la vida de Moisés, no basado en los hechos de ese hombre, sino en la gloria de Dios. ¡Ésa sí que es una vida valiosa!
3 ¿Por qué estoy aquí? Hermano, hay sólo una razón que explica el porqué usted y yo estamos vivos hoy: pasajes como Mt. 5:16; Ro. 15:5, 6; 1 Co. 6:19, 20 y 1 P. 2:12 aclaran muy bien que nuestra tarea es traer gloria y honra a Dios por la manera como vivimos, hablamos y amamos.
El tener estas verdades en lo más profundo del corazón, revolucionará su compromiso con el Señor. ¿Las tiene usted asentadas en su corazón y en su mente?