En realidad los problemas son puertas que se abren para llevarnos a nuevas experiencias siempre y cuando no dejemos que el resentimiento, la frustración y el desespero se apoderen de nuestro corazón. Los problemas de la vida son los obstáculos que pueden desarrollar los músculos del alma y el entrenador en todos esos ejercicios es el Señor, quién nunca nos dejará ni nos desamparará hasta que vea terminado su propósito en nosotros.
LOS QUE PREDICEN: Ayudan a moldear nuestro futuro.
LOS QUE RECUERDAN: No somos suficientes. Necesitamos
que Dios y los demás nos ayuden.
SON OPORTUNIDADES: Nos sacan de la rutina y nos hacen pensar creativamente.
SON BENDICIONES: Nos abren puertas por las que, por lo general, no hubiéramos pasado.
SON LECCIONES: Cada nuevo reto será un maestro para nosotros.
ESTÁN EN TODAS PARTES: Ningún lugar o persona está excluido de ellos.
SON MENSAJES: Nos advierten sobre desastres potenciales.
SON SOLUCIONABLES: Ningún problema es sin solución.
Yo, pues, he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino. Dan 5:16
Puso luego David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, sujetos a tributo. Y el Señor dio la victoria a David por dondequiera que fue. 2 Sam 8:6
El Señor te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda. Sal 20:1
Permitele al Señor cumplir su proposito en ti. No demores tu crecimiento. Dios te bendiga.